Luego de que Nicolás Neira muriera a causa de un impacto de bala mientras participaba en la protesta del Día del Trabajador en 2005, la jueza 9 penal de Bogotá condenó a ocho años de prisión domiciliaría al mayor (r) Fabián Mauricio Infante, responsable de encubrir el homicidio del estudiante Neira.
La jueza del caso consideró que Infante es responsable por el delito de favorecimiento, precedido del homicidio del joven Nicolas Neira, cuyo padre Yuri Neira está exiliado ante las persecuciones que denuncia recibir por parte de miembros del Estado.
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El oficial, quien desempeñaba la función como comandante del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) dio instrucciones precisas para que se faltara a la verdad sobre los hechos que rodearon la muerte del menor de edad quien recibió el impacto de una bala de goma en su cabeza que le ocasionó la muerte.
Entre los testigos de la Fiscalía estuvo el mayor (r) Julio César Torrijos, quien también está condenado por encubrir el crimen y comandante de la Sección 1 del Móvil 2 del Esmad que acudió a las protestas por aquel Día del Trabajo. Recibía órdenes del mayor (r) Infante, quien ubicó a esa agrupación sobre la carrera 7°. Torrijos confesó que, tras presenciar el disparo de Rodríguez Rúa, se acercó a su superior Infante para comentarle que “creo que uno de los muchachos míos, un gaseador, como que fue el que hizo caer a ese muchacho”.
