Foto: Archivo particular
Dentro de la reactivación económica en el país, el Gobierno Nacional ha determinado que la reapertura del sector de la religiosidad y la asistencia en los templos religiosos también podrá realizarse para aquellos establecimientos que comprueben la instalación de los protocolos de bioseguridad que podrá velar por la salud de todos los feligreses que decidan retornar a recibir el respectivo mensaje espiritual. Sin embargo, ya tuvo su primera traba.
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La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, participó en las últimas horas en un conversatorio con diferentes congresistas, evento organizado por la Alianza Verde, y donde señaló su inconformismo con este plan de reanudación de la presencialidad en las iglesias, inclusive comentó que en caso de que se permita la asistencia de creyentes, sería “500 veces peor que un día sin IVA”.
Del mismo modo, la mandataria determinó que este tipo de decisiones son insólitas, por lo que declaró de manera tajante que para al menos la capital del país, este tipo de actividades no recuperarán actividades presenciales ni en julio ni en agosto. Adicional a ello, la crítica de la alcaldesa de los bogotanos se extendió incluso hasta el panorama de lo político, pues determinó que este permiso se da por “absoluto lobby político”.
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Recordemos que en días anteriores, el Ministerio de Salud impartió la normativa que deberán cumplir los templos religiosos para que puedan recibir el aval de reapertura, pero que como en todos los procesos de reactivación progresiva, el Gobierno ha determinado que la última palabra la tendrán los mandatarios locales, y en el panorama de Bogotá, parece que las puertas de estos recintos permanecerán cerradas.