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La ola de violencia en medio oriente no acaba, a cinco días del asesinato de Malala, una periodistas de Afganistán, quien fue abordada por varios hombres armados que después arremeten contra ella, hoy el país se levanta con una noticia aún peor.
Una explosión en una reunión religiosa en el centro de Afganistán mató al menos a 15 civiles e hirió a otros 20 el viernes, dijo el Ministerio del Interior del país, y agregó que los niños pueden estar entre las víctimas.
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Los muertos y heridos asistían a una ceremonia de recitación del Corán.
La información inicial sugirió que se colocaron explosivos en un rickshaw en un distrito de la provincia central de Ghazni, dijo el portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian.
