Los servicios secretos franceses calculan que quedan 160 adultos franceses en Siria de los más de 1.450 que desde 2012-2013 salieron para ese país y para Irak con el objetivo integrarse en los grupos yihadistas.
En una entrevista publicada este jueves por Le Figaro, el coordinador francés del espionaje y de la lucha contra el terrorismo, Laurent Núñez, explica que de todos ellos han vuelto poco más de 300 adultos y cerca de 130 niños.
Algunos han regresado por sus propios medios, pero la mayor parte fueron detenidos en Turquía y enviados a Francia, donde la Justicia se ocupa sistemáticamente de ellos, lo que da lugar a su imputación y en muchos casos a su encarcelamiento.
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Núñez precisa que alrededor de 250 adultos están detenidos en Siria e Irak y “unas decenas” se han trasladado al Magreb o a Turquía, a los que las autoridades francesas siguen la pista.
Además, se sabe “de forma casi segura” que unos 400 han muerto y hay otros 300 que se presume que también han fallecido.
El coordinador de la lucha antiterrorista insiste en que pese a su debilitamiento, el Estado Islámico dispone de estructuras de propaganda y operativas, y mantiene su voluntad de reconquistar territorios.
En el desierto sirio y en Irak hay grupos que siguen llevando a cabo atentados. Los servicios secretos franceses vigilan ese fenómeno “muy de cerca” para prevenir “un ataque proyectado” a Francia, que es “una gran preocupación”.
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Francia fue objeto a finales del pasado año de una nueva ola de ataques yihadistas, en particular con el asesinato del profesor Samuel Paty en la región de París y de tres personas en una iglesia de Niza. Desde 2017 y la llegada al poder del presidente francés, Emmanuel Macron, se han desbaratado 33 atentados en Francia.
