El 70% de los dirigentes políticos argentinos están en contra de que la Copa América, que está planeada para iniciar el próximo 13 de junio, se realice en su país.
Así lo asegura la última encuesta realizada por Poliarquía Consultores, según la cual el 20% de los encuestados concuerda con que el certamen deportivo debe hacerse y el 10% no comentó nada al respecto.
Los resultados, además, muestran que tanto la oposición como el kirchnerismo sienten que Argentina no pasa su mejor momento para llevar a cabo el torneo más importante de fútbol del continente.
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Esta edición de la Copa América está a menos de 15 días de iniciarse y ya ha sufrido varios traspiés que hacen de su ejecución algo imprevisible. Inicialmente la competencia debía jugarse en 2020 en dos sedes simultáneas: Colombia y Argentina; sin embargo, la pandemia del coronavirus obligó a que el torneo fuera aplazado un año.
En 2021, a dos meses de su inicio, el presidente argentino, Alberto Fernández, comunicó a la prensa que si los casos de contagio por COVID-19 seguían al alza, el país debería renunciar a ser sede de la Copa: “Yo no quiero frustrar el espectáculo de la Copa América, pero quiero que seamos muy sensatos, muy cuidadosos. Tenemos un tiempo por adelante para analizar y ver cómo evolucionan las cosas, ver cómo podemos dominar el problema”, aseguró el 15 de abril en una rueda de prensa.
En su momento, el ministro de Deporte colombiano, Ernesto Lucena, indicó que no habría problema con que Colombia fuera la única sede de la competencia.
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No obstante, el 28 de abril comenzó en el país cafetero, un paro nacional indefinido que se ha caracterizado por el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía para reprimir las manifestaciones y por actos vandálicos que se han visto en algunas ciudades.
Estos hechos de violencia han sido condenados de manera categórica por la comunidad internacional y, finalmente, fueron los que pusieron en jaque la participación de Colombia como sede de la Copa América.
En el último día en que los colombianos estaban esperando una decisión de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), el Gobierno de Iván Duque le solicitó al organismo que el certamen fuera nuevamente aplazado para que el país pudiera recibir las ganancias que vienen con los partidos que permiten aficionados en las graderías. En la actualidad, Colombia tiene prohibido que el público asista a partidos de fútbol para evitar contagios masivos por COVID-19.
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Pocos minutos después, la Conmebol rechazó la propuesta de Colombia, por lo que este país dejó de ser una de las sedes del torneo y el organismo internacional de fútbol se comprometió a reemplazar lo antes posible las fechas que se iban a realizar en territorio colombiano, las cuales podrían jugarse en Chile.
“El Gobierno argentino presentó un estricto protocolo para que se realice la Copa América 2021 en el país. En una reunión que transcurrió en la Quinta de Olivos se evaluaron los aspectos organizativos y logísticos -con la eventual habilitación de sedes adicionales- y todo lo concerniente a los protocolos sanitarios”, aseguró la Conmebol a través de un comunicado.
Las voces en contra del evento se escuchan casi a diario a medida de que se acerca la fecha para su inauguración: “Protocolo para clases no, para comercios no, para reuniones sociales no, pero para la Copa América -un evento que trae más de 1.000 personas del extranjero- arman un protocolo en pocos días. Queda claro cuáles son sus prioridades: pan y circo”, publicó la política y presidente del PRO, Patricia Billrich, en sus redes sociales.