El Parque Ariake de Deportes Urbanos fue testigo este viernes de la tercera medalla olímpica consecutiva en el BMX de la ciclista colombiana Mariana Pajón, quien lleva este deporte tatuado en la piel.
La plata que ganó en el Parque Ariake de la capital nipona, tras los oros logrados en Londres 2012 y Rio 2016, se hizo esperar porque el comienzo de la competencia se retrasó por la lluvia que cayó sobre Tokio en la mañana de hoy.
La nacida en Medellín hace 29 años y a quien en sus inicios los niños contra quienes competía le apodaban ‘Hormiga Atómica’, por su estatura de 1,58 m y su agilidad sobre la pista, es hoy triple medallista olímpica y se quedó a menos de una décima de ser triple campeona.
Pajón ratificó en Tokio que tiene alas sobre la pista y que sus sueños de podio parecen no tener fin aunque ya lo haya ganado todo en el BMX mundial.
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Para esta tercera medalla ‘la Reina del BMX’ contó con mucha suerte porque de no ser por la covid-19 hubiese llegado en mala forma a las justas el año pasado.
“Para los Juegos Olímpicos yo no iba a llegar al cien por cien físicamente, eso era una realidad. No iba a llegar a medias, pero sí con algunos peldaños faltantes para llegar en un nivel competitivo como quiero siempre”, expresó Pajón a Efe en 2020 al conocer el aplazamiento de las competencias por la pandemia.
Pero la colombiana recuperó su mejor nivel, cerró el ciclo olímpico como número uno del escalafón de la UCI y culminó su preparación en mayo pasado al ganar en Bogotá la tercera y la cuarta válida de la Copa Mundo de BMX.
En esta disciplina, Colombia también estuvo representado en los Juegos de Tokio por el esposo de Pajón, el francés nacionalizado colombiano Vincent Pelluard, y por Carlos Ramírez, que se colgó el bronce hace cinco años en Río de Janeiro y de nuevo hoy en Tokio.
Precisamente el amor que profesa Mariana por el deporte viene de familia.
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Su papá Carlos Mario practicó el automovilismo, su mamá Claudia Londoño la equitación profesional y sus hermanos Miguel, ahora su mánager, fue corredor de karts y Daniel también practicó el BMX.
Y su pasión por la adrenalina la ha tenido desde siempre, desde que competía contra niños mayores que ella.
Ni siquiera una fractura en la clavícula a los 5 años de edad la hizo rendirse cuando competía sobre una bici rosada con calcomanías de Barbie, pese a que la mayoría de sus familiares votaron porque se retirara de ese deporte por los riesgos a los que se exponía.
Y con paciencia para sortear las dificultades, la disciplina como norte y practica constante, la maestra Pajón se fue puliendo, hasta convertirse en triple medallista olímpica y ‘La Reina del BMX’.