La erupción del volcán Cumbre Vieja de la isla española de La Palma ha finalizado después de 85 días de actividad, durante los que ha expulsado toneladas de lava que ha invadido miles de hectáreas y ha obligado a la evacuación de más de 2.000 personas.
“La erupción ha terminado”, anunció el portavoz de Gobierno regional de las Islas Canarias, Julio Pérez, con lo que se pone fin a lo que probablemente es la mayor catástrofe de emergencia de protección civil en España en los últimos años.
El volcán, que comenzó su actividad el pasado 19 de septiembre, llevaba más de diez días en silencio, pero los especialistas decidieron tomarse ese margen de tiempo para confirmar que finalmente había parado.
Durante 85 días, el volcán estuvo expulsando lava, cenizas y gases sobre el sur de la isla canaria de La Palma, y extendió sus coladas de lava por un paisaje verde y fértil, hasta llegar al mar.
Durante este tiempo, la colada volcánica ocupó 1.219 hectáreas y se generaron dos deltas lávicos que ampliaron la superficie de la isla, uno de 43,46 hectáreas al sur de la erupción y otro de 5,05 al norte.
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Además, la lava destruyó 1.576 edificaciones según el recuento del catastro y 2.988 según las estimaciones del sistema de satélites europeos Copernicus, muchas de ellas viviendas, además de otras edificaciones como escuelas, iglesias o construcciones agrícolas.
Asimismo arrasó 370 hectáreas de cultivo, la mayoría plataneras, principal cultivo de la isla y del resto del archipiélago canario, pero también viñas y aguacates.
Los siguientes pasos son “reconstruir, rehacer, mejorar y reponer”, una vez que “ha cesado este terrible goteo diario de destrucción”, anunció el portavoz del Gobierno.
Las autoridades destacan también la gran contribución de la ciencia en esta emergencia, con 528 científicos acreditados, así como el buen hacer de las mil personas del dispositivo de emergencias.