La macrorredada se realizó después de que se recibieran más de 7.000 denuncias de personas que estarían siendo víctimas de extorsión.
La Policía Nacional incautó 743 armas blancas, 266 celulares y 4.572 gramos de estupefacientes en una “megaoperación” que se desarrolló esta madrugada en 18 prisiones de 14 ciudades del país.
Este operativo se puso en marcha luego del análisis de más de 7.000 denuncias de extorsión formuladas por ciudadanos que recibían amenazas de muerte contra su propia vida y la de sus familiares, si no entregaban altas sumas de dinero y que supuestamente se hacían desde las prisiones.
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En el marco de estas operaciones que, también se adelantaron con objeto de frenar otros delitos como el tráfico de estupefacientes y el hurto, se requisaron 641 accesorios para celular y 907 botellas de licor artesanal.
Entre los centros penitenciarios en los que se llevaron a cabo las intervenciones destacan 56 pabellones de alta y mediana seguridad como La Modelo de Bogotá, Popayán, Valledupar o la “Picaleña” en Ibagué.
Los trabajos de inteligencia e investigación criminal resolvieron que el origen de las llamadas extorsivas se encuentra en el interior de las cárceles, al realizarlas los mismos integrantes de las organizaciones criminales.
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Al respecto, la Dirección Antisecuestro y Extorsión de la Policía Nacional determinó, según sus últimos análisis, que el 32 % de la extorsión radica en los penales del país, donde ocho penales como Cómbita (Boyacá), Tramacúa (Cesar) o Doña Juana (Caldas) generan el 94 % de las llamadas.
Las investigaciones también desvelaron que el 11 % de los casos de extorsión responden a la modalidad de “falso servicio”, lo que supone que se emiten falsas solicitudes a personas que deberán hacer un trabajo concreto y que, posteriormente, son víctimas de secuestro.