La queja por el alto volumen de un parlante, que llevaba sonando varias horas en el sur de Barranquilla, terminó en una pelea entre los propietarios del equipo de sonido y los Policías que intentaron controlar el altercado.
Cámaras de seguridad de un establecimiento cercano, grabaron los momentos en el que un patrullero agarra de la camisa a uno los implicados y de repente sale su hijo y de forma violenta responde con golpes al uniformado.
Versiones oficiales de la Policía, indicaron que se trataba del tercer aviso que se les hacía para que le bajaran el volumen a la música, pero no hicieron caso.