El estado es sumamente complejo, de ahí la precisión coloquial: “una cosa es la campaña y otra el gobierno”, tan es así que el poder, no siempre puede.
Como si se tratara de entes de control que verifican irregularidades, hay comisiones de empalme transitorio que dan lugar a la llegada de nuevos gobiernos, las cuales anuncian “hallazgos“… que simpática forma para demostrar la inocencia entusiasta de los que ven el estado como plataforma para figurar.
Ganaron las elecciones y no caben de la dicha, eso se vale, sin embargo el dedo inquisidor contra otros, no es un buen síntoma cuando de asumir con prudencia se trata.
Mañana serás tú el que se va, oí replicar a alguien que sorprendido recibió la visita de los que desconociendo cómo funciona el estado, ya están de fanfarrones pidiendo la cabeza de unos pocos, incluso omitiendo derechos adquiridos.
El estado es sumamente complejo, de ahí la precisión coloquial: “una cosa es la campaña y otra el gobierno”, tan es así que el poder, no siempre puede.
Más allá de llenar formatos, revisar inventarios, verificar metas, confrontar información, entender la funcionalidad y disponibilidad de la planta de personal, los comités de empalme son transitorios y se encabezan incluso por los que mañana no gobernarán.
No cabe duda, algunos lo hacen muy bien desde lo técnico, otros sacan provecho para comunicar adecuadamente y algunos despistados creen que ganaron para pisotear, blofear de lo que no deben y humillar al contendor, ese que ahora entiende, como es estar del otro lado, él ayer, también abusó probablemente de su posición dominante.
“El fin del poder, es ir más allá de entender que el poder es el fin”.
Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político