La mujer, de 42 años de edad, murió al instante, y la niña, con heridas de consideración en varias partes de su cuerpo.
Una indígena murió y su hija de 12 años resultó herida por la explosión de una mina antipersonal en el Chocó, indicó la Defensoría del Pueblo,
La entidad expresó en un comunicado su solidaridad con la familia de Inés Guaravata Cerezo, quien de “manera lamentable, al ser víctima de una mina antipersonal, perdió la vida, y su hija, de tan solo 12 años de edad, resultó seriamente afectada”.
El hecho ocurrió en zona rural de Nóvita, donde las dos mujeres emberas katío, del resguardo Sabaleta-San Onofre-El Tigre, realizaban labores agrícolas.
La mujer, de 42 años de edad, murió al instante, y la niña, con heridas de consideración en varias partes de su cuerpo, incluido uno de sus ojos, fue llevada a un centro de salud especializado.
El peligro fue advertido por la Defensoría en la Alerta Temprana 027 del 2021, que sigue vigente, dados los riesgos para los habitantes de la cabecera municipal y las zonas rurales de Nóvita, derivados del accionar de los grupos armados ilegales que delinquen en esa vasta zona.
Aunque los principales grupos armados ilegales con presencia en el departamento son el Eln, y las Autodefensas Gaitanistas, también se reporta la presencia de estructuras armadas.
Adicionalmente, la Defensoría había enviado a los entes competentes siete oficios, y la semana pasada un equipo conjunto del Sistema de Alertas Tempranas y la Regional Chocó, estuvo en la zona haciendo labores de verificación, relacionadas con los avances en el cumplimiento de la Alerta 027.
Por lo anterior, la Defensoría llamó a “toda la institucionalidad gubernamental” a poner en marcha medidas de prevención y protección para las comunidades y darles garantías para que puedan desarrollar sus labores agrícolas que desarrollan día a día, como único medio de sustento.
Las autoridades deben, adicionalmente, implementar acciones para evitar un confinamiento masivo, pues cuando algún morador es víctima de una mina antipersonal, las comunidades, por miedo a ser blanco de esos artefactos, terminan confinándose.
EFE
