El mayor (r) Gustavo Enrique Soto Bracamonte, le relató los magistrados de la Sala de Reconocimiento de la Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz el pasado 7 de diciembre de 2017, la forma en cómo se adelantaron las ejecuciones extajudiciales en el departamento entre los años 2006 y 2007.
Miembros de la JEP le preguntaron al oficial en retiro, por qué nunca impidió el avance de casos de ‘falsos positivos’ en el departamento y si se enteró de lo que lo llevó a no actuar con contundencia, la respuesta de Soto generó gran polémica porque allí se refiere específicamente al general Mario Montoya, que fue comandante del Ejército hasta el 2008 durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
En la declaración que duró cerca de seis horas, el oficial aseguró que “Montoya siempre hablaba de litros de sangre y eso en el Ejército significaba muertos, él fue lo peor que le paso al Ejército”.
El excomandante del Gaula aseguró, que fue testigo directo de las amenazas y presiones que ejercía el comandante del Ejército en contra de sus subalternos, dijo que Montoya Uribe “impuso un régimen de presiones por resultados y números en bajas que pronto derivó en una competencia entre la Brigada Cuarta, con sede en Medellín, y la 16, con sede en Casanare”.
Cabe recordar, que Bracamonte estuvo privado de su libertad durante once años cumpliendo una sentencia por su responsabilidad en los “falsos positivos”.
Finalmente, el mayor (r) fue uno de los primeros oficiales del Ejército en redactar un acta de sometimiento ante la JEP y en el documento se comprometió a colaborar con el esclarecimiento de la verdad.