La salida del Reino Unido de la Unión Europea podría recortar los ingresos fiscales de Irlanda en 200 millones de euros al año e impedir la creación de casi 50.000 nuevos puestos de trabajo en una década, según advirtió en un informe el Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas (ESRI).
El análisis de este “think-tank” irlandés recordó que la recaudación por impuestos ya ha caído este año, lo que afectará al llamado “espacio fiscal”, es decir, al gasto público incluido en los presupuestos generales que presenta cada año en octubre el Gobierno de Dublín.
En este sentido, ESRI señaló que un “brexit” duro, que implicaría, entre otras cuestiones, la salida del Reino Unido del mercado único y de la unión aduanera, reduciría el “espacio fiscal” en unos 200 millones de euros anuales tras completarse este divorcio en 2019.
A partir de ese año, agregó el documento, la economía de la República de Irlanda perdería capacidad para generar empleo y no se darían las condiciones para crear unos 50.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2029.
Estas cifras “son conservadoras”, precisó este organismo, por lo que los efectos sobre este país podrían ser aún más graves si la ruptura de Londres con Bruselas se concreta en sus términos más duros.
El responsable de análisis económico de ESRI, Kieran McQuinn, explicó hoy que las importaciones, uno de los motores de la economía nacional, se redujeron el pasado año en casi 500 millones de euros como consecuencia de la devaluación de la libra esterlina.
La caída de la moneda británica registrada desde el referéndum sobre el “brexit” del 23 de junio de 2016 también ha provocado un marcado descenso en el turismo procedente del país vecino, uno de los principales socios políticos y económicos de Irlanda.
A pesar de la amenaza que plantea este divorcio, ESRI mantuvo sin cambios sus previsiones y estimó que el Producto Interior Bruto irlandés crecerá el 3,8 % y el 3,5 % durante este año y el siguiente, respectivamente.
Asimismo, el paro continuará cayendo y se situará en el 6,2 % a final de 2017 y podría descender otro punto porcentual en 2018, reseñó Efe.
“La economía está creciendo con fuerza, a pesar de la debilidad en la recaudación fiscal, y quizá sería prudente desarrollar una política presupuestaria más modesta, dado el alto ritmo al que crece la economía y cae el desempleo”, señaló McQuinn.