Desde las tres de la mañana de este viernes, las autoridades y la Iglesia católica desplegaron un gran dispositivo de seguridad para el traslado del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá a Bogotá con motivo de la visita del papa Francisco quien estará en el país desde el 6 hasta el 10 de septiembre.
El traslado de la llamada ‘Patrona de Colombia’ fue solicitud del mismo Sumo Pontífice, pues como no estará en el municipio boyacense, le orará en Bogotá el próximo 7 de septiembre para la consagración de Colombia.
El emblemático cuadro que suma más de 430 años de historia, fue llevado por las principales vías del municipio mientras cientos de peregrinos se despedían de su patrona donde finalmente un helicóptero la esperaba el su estadio para ser trasladada bajo grandes efectos logísticos a Bogotá.
Los colombianos guardan gran devoción por la Virgen, tanto así que miles de creyentes llegan a su Santuario en Chiquinquirá para frente de su imagen pedirle todo tipo de milagros y hacer promesas en su nombre.
La tradición católica cuenta que en 1560 entre los primeros conquistadores del Nuevo Reino de Granada, Antonio de Santana, quien se desempeñaba como encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, y caracterizado por su devoción a la Virgen del Rosario, pidió le pintaran la imagen de la Virgen María para colocarla en una pequeña capilla de paja construida en Suta.
Santana le hizo esta solicitud al fraile dominico Andrés Jadraque, quien acordó con Alonso de Narváez la pintura, obra que se realizó en un lienzo de algodón de 1,26 x 1,13 cm., tejido por indios y que tenía una mezcla de colores, zumo de yerbas y flores.
Debido a que el lienzo le sobraba mucho espacio, el pintor decidió plasmar al lado derecho a Antonio de Padua, fraile franciscano, por ser el nombre del encomendero; y al lado izquierdo pintó a San Andrés, apóstol, por ser el nombre del fraile que lo agenciaba.
La imagen fue puesta en la humilde capilla de pajiza donde fray Andrés catequizó a los indios de la región y permaneció por más de una década; sin embargo en 1574 la misión de los dominicos pasó a otras manos y la capilla se deterioró, decayó el culto y la imagen fue abandona, esta se deterioró luego de que las goteras y el sol la dañaran.
El doctrinero Juan Alemán de Leguizamón encontró en 1576 el lienzo en tan mal estado que lo retiró del altar y se lo entregó al encomendero quien lo dejó arrumado en una despensa de campo y hasta fue usado por su esposa para servicios domésticos como el secado de granos al sol.
Luego en 1585, María Ramos, esposa de Pedro de Santana, hermano de Antonio, encontró el lienzo abandonado y al saber que allí, aunque no se viera, estaba pintada la imagen de la Virgen María, decidió recogerlo, arreglarlo y colocarlo en un alto donde acostumbró a orarle y rogarle que se representara, “¿hasta cuándo, rosa del cielo, habéis de estar tan escondida? ¿Cuándo será el día en que os manifestéis y os dejéis ver al descubierto para que mis ojos se regalen de vuestra soberana hermosura, que llene de alegría mi alma?”, le rezaba la mujer.
Cuenta la historia que como si sus palabras hubiesen sido escuchadas, el viernes 26 de diciembre de 1586 hacia las 9 de la mañana, luego de su acostumbrada oración, una mujer indígena que iba pasando por el frente junto a su pequeño de unos 4 años, le dijo a María, ¡mire, mire!, y al dirigir su mirada hacia el lienzo, este estaba rodeado de vivos resplandores, colores y su brillo estaba más luminoso que nunca, la patente imagen de la virgen con el niño Jesús en sus brazos y sus acompañantes había vuelto a ser la misma.
Después del suceso de la renovación del sagrado cuadro, la devoción de miles de creyentes es fiel a la Virgen de Chiquinquirá que se mantiene en el Santuario de la Catedral del municipio.
Hoy el cuadro inició una nueva travesía tras ser trasladado a la capital donde permanecerá en la Catedral Primada a la espera de la visita del máximo Jerarca de la Iglesia Católica, el próximo 7 de septiembre, quien le hará una oración en una corta ceremonia privada.
Luego de la visita del Papa Francisco, la Virgen de Chiquinquirá regresará el próximo 10 de septiembre a su tierra natal donde se realizará una misa en la basílica para su recibimiento.
Por: Patricia González