Jean Arnault, jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia, manifestó que la destrucción de las armas dejadas por las Farc debe ser aliciente para que los colombianos continúen por el sendero de la paz.
En ese orden de ideas, Arnault señaló que la inhabilitación del armamento se convierte en “una ilustración del llamado del Papa Francisco a la confianza en el futuro de Colombia”.
Precisó que con el fin de las actividades de destrucción del armamento culminó el proceso de dejación de armas, previsto en el punto 3 contemplado en el Acuerdo Final de Paz.
Expresó su confianza en que “la finalización de la dejación de armas no sea también el fin de los esfuerzos de paz, sino que al contrario sea la señal de su relanzamiento”.
Fueron casi 9 mil armas, más de un millón y medio de municiones, más de 38 toneladas de explosivos ,11 mil granadas, 3.500 minas antipersonales, más de 4 mil municiones de mortero y 52 kilómetros de cordón detonante, lo que se entregó y destruyó, indicó Arnault en el acto efectuado en el depósito general de armamento en Funza.
También, el Jefe de la Misión de la ONU agradeció al Presidente Juan Manuel Santos, a las instituciones que apoyaron el desarrollo de la misión, y a la Fuerza Pública que “ha jugado un papel clave en el éxito de este proceso”.
Finalmente, recordó que las armas destruidas serán utilizadas para la construcción de tres monumentos a la paz, que estarán ubicados en Naciones Unidas, Cuba y Colombia