Aunque los conciertos son el principal reclamo de Coachella, uno de los festivales más importantes en todo el mundo, este gran evento musical convierte además el desierto californiano en una auténtica pasarela de moda y en un patio de recreo incomparable para famosos y estrellas.
Celebrado en Indio, una ciudad situada unos 200 kilómetros al este de Los Ángeles, Coachella cerró esta madrugada su primer fin de semana (del 20 al 22 de abril se repetirá exactamente la misma programación) con actuaciones muy destacadas como las de Beyoncé, Eminem, David Byrne, HAIM o Cardi B.
Pero, más allá de lo que sucediera sobre los escenarios, el festival volvió a ser un año más un fabuloso escaparate de tendencias y estilo, tan influyente en cuanto a la moda que hasta se habla del “look Coachella”.
Los pantalones cortos en tela vaquera, tejido indispensable en Coachella, y los tops de diversas formas y colores, especialmente en tonos cálidos, fueron el básico para las que quisieron apostar sobre seguro, reporta Efe.
En un evento caracterizado por el aire desenfadado y el aroma bohemio, que a ratos parece más una fiesta en las playas californianas que una celebración en pleno desierto, los trajes de baño y bikinis también contaron con un gran protagonismo, muchas veces cubiertos con pareos o prendas con transparencias.