Han sido diez años sin componer juntos, pero el 2018 ha dado a luz un nuevo trabajo del dúo colombiano Aterciopelados, que ha regresado a la escena musical con el álbum “Claroscura” con la certeza de que siguen “siendo los mismos, irreverentes, rebeldes, curiosos, niños”.
“Aquí estamos otra vez, con más achaques, pero aquí estamos”, no dudó en afirmar en una entrevista con Efe Héctor Buitrago, bajista y productor, junto con Andrea Echeverri, la cantante y guitarrista y otra mitad de este matrimonio musical.
Para ella, regresar a los escenarios con su fusión de rock y electrónica con las músicas tradicionales latinoamericanas en un continente dominado por el reguetón es un acto de “resistencia”.
“Aterciopelados está en un momento de supervivencia, y las canciones tienen algo de esto, de que aquí estamos resistiendo aunque todo lo que está de moda y tiene repercusión, como el reguetón, es muy distinto”, reflexionó.
“Claroscura” supone el retorno de la emblemática banda bogotana que revolucionó el rock en Colombia cuando se subió a los escenarios por primera vez en 1990, y que se separó en 2008 para emprender carreras en solitario tras diferencias entre ambos.
Sin embargo, diez años más tarde han salvado las distancias y lanzado un disco “fresco”, en palabras de Buitrago, que mantiene la fusión entre géneros como una de sus características principales, esta vez llevado a su máximo exponente con una increíble miríada de estilos musicales, reporta Efe.
“Aquí hay músicas tradicionales de Latinoamérica, hay el rock, ingrediente que nunca falta; hay electrónica, ranchera, vallenato, champeta, música andina, música urbana, cumbia rebajada”, enumeró el bajista que produjo cerca de la mitad de las canciones de “Claroscura”.
“Es un disco muy fresco, moderno si se quiere (…). No queríamos quedarnos en el ‘Bolero falaz’, en cosas que ya encontramos”, agregó en referencia a una de sus composiciones más conocidas.
Las letras recuperan algunos de los temas principales de la banda, como el ecologismo o los derechos que se reivindican en “Despierta Mujer”, una canción con aires de marcha; “Piernas”, que habla sin pudor de los cuerpos con celulitis, o “Ay Ombe”, un alegato contra la violencia machista.
Además, también presentan “Dúo”, una humorística carta de amor a la trayectoria compartida de Echeverri y Buitrago que se ríe de sus inicios, cuando él era “un punk del Restrepo” (barrio bogotano) y ella “una gomela” (esnob).