El presidente electo, Iván Duque, prepara las medidas políticas y económicas para empezar a aplicar su agenda de Gobierno cuando asuma el poder, el 7 de agosto, aunque reconoce que su “obsesión” desde el primer día será la seguridad.
En entrevista en Madrid, donde ha estado varios días en visita de trabajo, Duque afirma que esta semana culminará las tareas de transición con el actual Ejecutivo, la próxima llevará a cabo la designación pública de su Gabinete y todavía reservará cuatro días de “concentración” con su familia antes de la investidura.
A partir del día 7 de agosto lo importante para Duque “es dejar ensamblada rápidamente una visión de Gobierno. Fuimos elegidos con la votación más alta en la historia de Colombia”, recuerda.
Uno de los primeros pasos será recuperar la presencia de la fuerza pública y hacer realidad un “matrimonio” de legalidad y justicia, de modo que los colombianos perciban que “el que la hace la paga”.
Hace falta “contundencia” frente al crimen organizado y buena capacidad de los servicios de inteligencia para infiltrarse y desmantelar las tramas y para ello – según el mandatario electo – es preciso optimizar las recursos de Ejército y Policía, recuperar su confianza y moral y cooperar más con la ciudadanía, de modo que haya un mayor control territorial.
Pone énfasis en el aumento de los cultivos ilícitos, “que se han convertido en el principal elemento financiador del crimen organizado, con el Clan del Golfo, con la disidencia de las Farc, etcétera…”.
“Esa recuperación de la seguridad es una obsesión desde el primer día de Gobierno”, resume Duque (Bogotá, 1976), que el 17 de junio ganó las presidenciales al izquierdista Gustavo Petro, reporta Efe.
Debe ser complementada por un endurecimiento de penas en casos como el de la corrupción – “gran flagelo en Latinoamérica” -, de modo que se termine con “la casa por cárcel y la reducción de penas para los corruptos”.