Maná, la banda latina más exitosa de todos los tiempos, ha subido esta noche por primera vez al escenario del Festival de Cap Roig, en Calella de Palafrugell (Girona), para interpretar los mayores éxitos de su trayectoria, aunque obviando temas de su último álbum Cama Incendiada (2015). El cuarteto fundado en Guadalajara (México) en 1986 se ha puesto a las 2.000 personas que llenaban del anfiteatro de Cap Roig en el bolsillo con su primer tema, “Manda una señal”.
Los mexicanos han demostrado el por qué de sus más de 40 millones de discos vendidos y sus nueve álbumes y diez sencillos número 1, cuatro premios Grammy y ocho Grammy latinos con interpretaciones de “Corazón espinado”, “Labios compartidos” o su adaptación de “Sigo siendo el rey”, que han puesto en pie al público.
Maná, que siempre ha actuado en grandes escenarios en Barcelona, lo ha hecho hoy por primera vez en un circuito de festivales en España, en un concierto “íntimo”, ante 2.000 personas, una cifra pequeña para ellos, acostumbrados a tocar “en lugares muchísimo más grandes”, ha explicado Alex “El Animal” González, el batería de 49 años, antes del concierto.
Ha recordado que empezaron tocando en bares con medio centenar de personas y, tras los grandes aforos del éxito, “poder dar este cambio de tamaño escenario es alucinante”, aseguraba “El Animal” antes de pisar el escenario de Cap Roig, seguro de que iba a ser “una gran noche”, como así ha sido.Efe