Dos importantes ríos de la cuenca del Amazonas han tenido un papel crucial en el mantenimiento de la diversidad aviar en la región y al menos uno de ellos influyó en la generación de nuevas especies, según un estudio publicado en la revista Science Advances.
Los investigadores Luciano N. Naka, del Departamento de Zoología de la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil), y Robb T. Brumfield, de la Universidad Estatal de Luisiana (EE.UU.), elaboraron para su estudio una gran base de datos con información genética y geográfica de más de 28.000 registros individuales de aves del Escudo Guayanés.
Si el Amazonas es el pulmón izquierdo del planeta, el llamado Escudo Guayanés sería el derecho, ya que concentra el 25 % de los bosques tropicales del mundo y una interconexión de grandes ríos que van a parar al gigante Orinoco.
Dos de esos ríos, el Negro y su principal afluente por la margen septentrional, el Branco, son los examinados en este estudio.
La principal conclusión de los investigadores es que ambos ríos han ejercido básicamente de “barreras secundarias”, cuyo principal efecto es “evitar el flujo genético entre poblaciones aisladas geográficamente”, según explicó a Efe el profesor Naka.
“En el contexto de las aves amazónicas, que un río represente una barrera secundaria significa que el surgimiento de este río no fue responsable de la separación de las especies que actualmente separa”, anotó Naka.
Para llegar a la conclusión de que los ríos fueron más importantes para el desarrollo evolutivo como barreras secundarias, los investigadores analizaron la genética de 74 pares de taxones de aves ecológicamente similares pero geográficamente separados en las dos cuencas fluviales. Efe