Las redes sociales y las aplicaciones de móvil se han convertido en Francia en una herramienta clave para las personas sin techo, a las que ha dado una vía para contar su historia y un canal para contactar con otros ciudadanos, rompiendo la barrera que los hace invisibles.
Christian Page era una persona sin domicilio hasta este mismo agosto, cuando anunció en su cuenta Twitter -con más de 30.000 seguidores- que ahora ya tenía una casa, en Clichy, a las afueras de París.
“Hace mucho tiempo que soñaba con enviaros ese tuit… Al principio me pusieron en la lista negra pero al final han cedido. Ya no soy un ‘sin techo'”, tuiteó, mostrando fotos de su pequeño estudio.
Page empezó a hacerse popular en la red social por denunciar las dificultades de su día a día, como la instalación de mobiliario urbano contra las personas sin domicilio o alabar a los restaurantes solidarios que le daban comida.
La conexión 4G podría parecer inalcanzable para los más desfavorecidos, pero las tarifas de 2 euros al mes que ofrecen las compañías móviles de bajo coste hacen que sea perfectamente compatible no tener techo y estar conectado en las redes.
De eso se dio cuenta la asociación Entourage que creó una aplicación de móvil hace un año y medio con el mismo nombre y que aprovecha la era de los teléfonos inteligentes para organizar eventos y crear comunidad entre personas sin techo, vecinos y comerciantes en las ciudades de París, Grenoble, Lyon y Lille.
Por esto mismo, las campañas y eventos que se organizan a través de la aplicación cuentan con el asesoramiento y supervisión de un comité de ocho personas que conocen de primera mano las necesidades del colectivo, ya sea porque lo viven actualmente en su propia piel o porque fue un capítulo de su pasado.Efe