El embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, aseguró en Miami que el Gobierno del presidente Donald Trump y el Congreso de este país están “firmes” con el Plan Colombia contra el narcotráfico.
“El Congreso ve a un Gobierno comprometido (el de Colombia) y dice: ‘a este Gobierno hay que ayudarle'”, aseguró a Efe Santos tras haberse reunido en Miami con empresarios de la Cámara de Comercio Colombo-americana.
Santos, primo del exmandatario Juan Manuel Santos, resaltó que la política del presidente Iván Duque, que asumió el 7 de agosto pasado, es de “firmeza absoluta” contra el narcotráfico y aclaró que Estados Unidos no le impone nada al país.
El diplomático, que resaltó que el Plan Colombia es “una política de éxito” bipartidista que ha gozado de continuidad desde la presidencia de Bill Clinton (1993-2000), lamentó que la superficie de cultivos ilícitos en Colombia haya aumentado durante los 12 últimos años hasta llegar a más de 200.000 hectáreas.
Sin embargo, aseguró a Efe que la política de mano dura de Duque no va a permitir que Colombia se convierta en un “narco-Estado”. “Se le acabó la guachafita (la juerga) a los narcos”, dijo durante un almuerzo con los empresarios colombianos.
De igual forma dijo que el presidente Duque trata de implementar una política firme de orden público “pero que concilia”.
En ese sentido señaló que se requiere enfrentar el narcotráfico de forma integral, lo que incluye la sustitución de cultivos ilícitos por otros como el cacao.
Mencionó como otro cambios a los acuerdos de paz que los exguerrilleros de las Farc que no entreguen sus bienes pierdan sus beneficios y que aquellos que se vayan a la disidencia no puedan volver al acuerdo, informa Efe.
De igual forma dijo que Jesús Santrich, uno de los líderes de las Farc, detenido con fines de extradición a Estados Unidos por narcotráfico, “se tiene que ir” del país como lo exige la Justicia colombiana.