El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, calificó los asesinatos de los líderes sociales como una afrenta a la democracia y pidió un esfuerzo sistemático de todas las instituciones del Estado para proteger los defensores de derechos humanos.
“Seguimos insistiendo porque sabemos que nos falta mucho más, que apenas estamos comenzando esta tarea y que el objetivo es precisamente recuperar la confianza y dejar atrás toda esa patología de 52 años de guerra”, precisó Carrillo.
El jefe del Ministerio Público aseguró que el objetivo fundamental debe ser “parar esta máquina de guerra”.
Advirtió que “lo que no tiene solución es la incompetencia del Estado, lo que no tiene solución es cuando el clientelismo y la política se apoderan de determinados estamentos del Estado y no hay voluntad para solucionar los problemas”.
Carrillo Flórez lamentó la baja capacidad de reacción frente a la cantidad de asesinatos a líderes y defensores de derechos humanos en el país, y reiteró que este es un problema que se tiene que abordar desde la vista de una política pública de defensa de los DD.HH.