Un joven totalmente borracho que viajaba en un vuelo de Ryanair le colmó la paciencia a los demás pasajeros y recibió su merecido.
Los pasajeros se cansaron de los gritos e insultos del hombre de 22 años, por eso la tripulación antes de aterrizar llamó a la Policía para que lo arrestaran pero el joven quiso salir de la aeronave gritando y empujando a la azafata.
Fue en ese instante en que uno de los pasajeros le aplicó una llave que lo dejó inconsciente de inmediato y en medio de aplausos de los demás viajeros fue arrestado por las autoridades.