Cinco mil razones para arrepentirse o creer

Freddy Serrano Díaz
Freddy Serrano Díaz

Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Consultor y Estratega Político

Es común que tras el comienzo de un gobierno muchos decidan arrepentirse y otros determinen creer, en el caso particular de Colombia hay hoy más personas compungidas que con ganas de mantener la ilusion, algo que no depende de la intensión de voto de cada nacional, tenemos toda suerte de emociones encontradas.

La diversidad del paisaje muestra: los que mantienen la ilusión que todo mejorará, como quisiera estar entre ellos; los que no votaron y que son mayoría; los que votaron por Petro, unos que lo aman y otros con la desilusión de escuchar sus ministros, leer sus intervenciones, la devaluación del peso, revisar sus nombramientos y ver el despilfarro monárquico de la casa presidencial, similar al de sus antecesores; los que votamos por un abuelo maltratador de Marelen, incapaz de liderar la oposición, fundador de un clan donde solo cabe su familia y los que él diga; y los que desprevenidos no se dan ni por enterados de lo que está pasando.

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Algunos dirán que con estas líneas sembramos desilusión, pues no, es lo que tenemos, cinco mil razones para arrepentirnos de haber hecho, dicho o dejado de hacer, algo legítimo que nos debe conducir a cambiar de opinión o dejar de ser consecuentes con un determinado compromiso.

Se trata de algo tan simple como entender que la gente buena nos da felicidad, la mala lecciones y la maravillosa, los mejores recuerdos, el problema más allá de precisiones que no son ataques, es cumplir con la premisa de corregir y devolvernos la Ilusión, esa responsabilidad del gobierno que se empeña con la misma soberbia de los de ayer, en defenderse y no en aglutinarnos.

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Cinco mil razones, como cada peso que nos cuesta un dólar, tenemos hoy para no retrasar el progreso espiritual, “Recordar sin rencor” es unirnos en las diferencias y asumir que el reto es actuar inteligentemente, distantes de extremos izquierdos o derechos.

Arrepentirse no nos remite a llorar, nos lleva a mejorar, “como nos gusta que los gobiernos de cambio asuman que también deben cambiar”.