Claudia López: la recuperación económica no puede ser un retroceso para el Medio Ambiente

Foto: Archivo
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La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, llegó al consistorio en 2020, donde le tocó gestionar la pandemia en una ciudad de más de siete millones de habitantes y un alto nivel de informalidad laboral, y desde donde ahora pide, en una entrevista con Efe, que la recuperación económica no suponga un “retroceso” para la lucha contra el cambio climático.

Miembro del Partido Verde colombiano, una formación de centroizquierda defensora del medio ambiente, López participó este jueves en la primera Semana Medioambiental Iberoamericana que organiza la Secretaría General Iberoamericana y donde se debate una hoja de ruta contra el cambio climático para toda la región.

“Nuestro Plan de Desarrollo establece que la pandemia y la recuperación económica no pueden resultar en un retroceso en términos de cambio climático o degradación de ecosistemas”, afirma la bogotana, quien lamenta que en los primeros meses de “reactivación” ya se haya visto un “incremento en el transporte carretero”, el “más contaminante de todas las fuentes móviles”.

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NO DAR PASOS ATRÁS POR LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA

Según la alcaldesa, la pandemia supuso una “aceleración” en el cumplimiento de la agenda verde de la ciudad, con la “ampliación” de la red de ciclorrutas o acciones para “mejorar la calidad del aire”.

“Avanzamos rápidamente en la elaboración de nuestro Plan de Acción Climática y definimos no solamente el inventario de gases de efecto invernadero sino también la ruta para disminuirlos, Bogotá entendió que la pandemia era una oportunidad para reevaluar nuestros sistemas y hacer cambios estructurales que nos redireccionaran hacia la sostenibilidad”, matiza la regidora bogotana.

Para López “reverdecer la ciudad es un aspecto central” de su mandato y “una de las claves de la recuperación económica de Bogotá”, por lo que prevé “diversificar” y “modernizar gradualmente” los sistemas de transporte de la capital colombiana y espera que el Gobierno Nacional “garantice que los combustibles sean cada vez de mejor calidad”.

En ese sentido, asegura que su administración está “cumpliendo” con lo necesario para descarbonizar el transporte público “con resultados concretos” como que Bogotá tenga actualmente “3.555 buses nuevos, de tecnologías limpias, entre buses troncales y zonales”.

A su vez, la alcaldesa se refiere al Plan Estratégico para la Gestión la Calidad del Aire 2030 que están redactando junto al sector privado, sociedad civil y academia y, según cuenta, “tiene metas ambiciosas” para combatir el cambio climático y mitigar sus efectos.

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“No podemos seguir causando la muerte de 2.000 personas al año en promedio por la contaminación ambiental y si seguimos expandiendo y quemando combustibles fósiles, aumentando la cantidad de residuos y contaminando los ríos, nos vamos a quedar no sólo sin ciudad, nos vamos a quedar sin planeta”, zanja.

LAS CIUDADES, LÍDERES EN EL CAMBIO

La primera alcaldesa de Bogotá, opositora del presidente Iván Duque, llegó en bicicleta al picnic en el que celebraron su victoria en las urnas. Toda una declaración de intenciones de lo que debía ser su mandato al frente de la ciudad, donde también reclama el protagonismo y la responsabilidad de las urbes en la lucha por la defensa del medio ambiente.

“Estamos tomando decisiones fuertes, importantes, que ponen a la ciudad en el camino correcto, nada menos que estar preparada para la emergencia climática y para los retos de la crisis de biodiversidad”, subraya.

Así, el consistorio está centrando sus esfuerzos en detener la urbanización “desaforada en las zonas de importancia ambiental”, “multiplicar el arbolado urbano y rural” o “mejorar la conectividad de los ecosistemas”.

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“Muchas decisiones son difíciles porque imponen límites a los procesos de construcción, pero son necesarias”, opina.

Y es que López tiene claro que, aunque sea duro, es momento de cambiar de modelo: “El cambio climático no lo han producido ni las abejas, ni las hormigas, ni las aves; lo hemos producido los seres humanos por la manera como vivimos, como producimos, como consumimos, como nos movemos, estamos al borde de un no retorno”. EFE