Colombia abrirá la tradicional temporada taurina de fin de año, que incluye festejos en cuatro plazas, en medio del debate público sobre esta actividad y contra la corriente de iniciativas en el Congreso de la República que pretenden prohibirla.
Pero más allá de ese debate, es un hecho que el país tendrá hasta mediados de febrero de 2018 ruedos de primera categoría en Cali, Manizales, Bogotá y Medellín, con las principales figuras del toreo como atracción.
La Feria de Cali, que cumple 60 años de actividad ininterrumpida, será a partir de hoy la primera de la temporada.
Los españoles Enrique Ponce, El Juli, José Mari Manzanares, Alberto López Simón y Miguel Ángel Perera; el francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey, entre otros, encabezan la nómina de extranjeros en las plazas nacionales.
Entre los colombianos destaca Luis Bolívar, el más representativo del país en el exterior.
No se quedan atrás las ganaderías criollas, hechas a usanza de las españolas, edificadas en áreas rurales que van desde los Andes hasta las planicies del sur y el oeste del país.
La variedad de encastes y el celo para cuidar de las camadas que se levantan en el campo hacen de los criadores un gremio exótico para los demás y dispuesto a no renunciar a la crianza de una familia bovina que se juega mucho de su futuro en estos días, tanto en las arenas como en tribunales y espacios de discusión.
Serán poco más de treinta tardes, si se suman las que se dan en provincia en esta época. Ese número de festejos, demasiado para los antitaurinos, tiene otra interpretación del lado de quienes gustan de la fiesta brava.
El Gobierno presentó en mayo pasado un proyecto de ley que pretende acabar con las corridas de toros, calificadas como “expresiones de crueldad y violencia”, en sintonía con iniciativas similares de asociaciones de animalistas.
Pero mientras se define su futuro, está claro que el toro saldrá al ruedo en el país y miles de personas se apostarán en los tendidos de las plazas más reconocidas de las grandes ciudades como se hizo casi sin pausa durante buena parte del último siglo. Efe