La necesidad de permanecer en casa cuando su esposo enfermó empujó hace 17 años a la colombiana Bibiana Achury a fabricar galletas de oblea, un producto que le abrió las puertas del mundo empresarial para cruzar fronteras en 2022 exportando sus dulces.
El negocio nació en la sala de su casa haciendo pruebas con un “obleario” (máquina para hacer obleas) hasta obtener la muestra que finalmente presentó en una fábrica de arequipe que buscaba un proveedor de este tipo de galleta.
“En esa fábrica de arequipe trabajaba un familiar. Nos demoramos un mes sacando la fórmula. Empezamos con pedidos de 50 paquetes a la semana”, contó a EFE Achury, quien recientemente fue nominada al premio Famiempresario Interactuar del Año, en la categoría “Mujeres Emprendedoras”.
Hoy la marca Dulce Sabana, que tiene su planta de producción en el municipio de Chía, vecino de Bogotá, atiende desde vendedores informales hasta grandes compañías. Ha sido, además, maquila de una reconocida empresa colombiana y actualmente produce al día 160 paquetes de esa referencia de oblea, que logró exportar este año a España, desde donde son distribuidas a distintos puntos de venta en Portugal.
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Achury remarcó que esos dos países no han sido los únicos destinos de sus galletas, consumidas habitualmente con arequipe, un producto que también fabrica ahora, lo mismo que alfajores y próximamente bocadillos (dulce de guayaba).
“En este momento uno de nuestros principales clientes es una comercializadora internacional con la que incursionamos en el tema de exportación y ha sido nuestra escuela. Lleva nuestro producto a Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos”, precisó la empresaria.
MÉXICO, GUATEMALA Y ECUADOR, PRÓXIMOS DESTINOS
Entre los atributos que le han permitido a su producto entrar al mercado internacional, según lo referencia, está la “frescura” y “crocancia” con la que llegan a destinos como Europa, después de un largo tránsito por vía marítima.
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“La clave para que nuestro producto guste en el exterior es que no contienen huevo, para mayor durabilidad, y que utilizamos empaques certificados; eso ha garantizado que llegue en perfecto estado la oblea”, sostuvo la creadora de Dulce Sabana, que entre sus empleados sólo tiene mujeres.
La formación empresarial que viene recibiendo en los últimos dos años en la Corporación Interactuar, con el programa Método Base de Aceleración (MBA), le permitió a Achury organizar su compañía para dar otro salto el próximo año con la proyección de “concretar con clientes que nos están esperando” en México, Guatemala y Ecuador.
“Siempre hemos trabajado de manera artesanal y ahora desarrollamos una máquina automática para reducir el esfuerzo físico de nuestras colaboradoras y aumentar la producción”, sostuvo la emprendedora, quien sacó adelante a su hija y a su empresa tras fallecer su esposo.