Columna de opinión: Sin temor a ser atacado

Freddy Serrano Díaz
Freddy Serrano Díaz

En campaña política, los ataques personales eclipsan el debate de ideas, alimentando polarización y desinformación actual.

Generalmente una campaña política es propicia para que candidatos y partidos políticos, busquen diferenciarse de los otros y ganar ventaja sobre sus adversarios, toda una tentación para el uso de tácticas agresivas y ataques personales.

Seguimos distantes del debate de ideas y la discusión constructiva, pueden más la competitividad, la necesidad de visibilidad, el sensacionalismo, la controversia, la polarización y la desinformación que por fortuna, cada vez tiene menos creyentes.

El rumor producto del ataque, casi siempre se masifica, genera daños colaterales y auspicia saludos a la bandera por cuanto sus responsables firman acuerdos de no agresión, mientras tanto tras bambalinas, hacen de las suyas para ocuparse de desprestigiar al que suena.

La perturbación mantiene la atención aún cuando esta es pasajera, lo simpático del reprochable mecanismo del señalamiento es que se usa solo con opcionados, los que no tienen chance, ni siquiera sus adversarios los voltean a ver.

Relaciones con delincuentes, títulos obtenidos dudosamente, financiación inadecuada, infidelidades, presuntos maltratos, corrupción, testigos falsos, inhabilidades, incompatibilidades y hasta creencias poco ortodoxas, hacen parte del extenso listado de conductas que reprochan escenarios digitales y hasta los mismos medios masivos de comunicación que, muchas veces, tienen su corazón secretamente comprometido con algunas campañas.

¿Qué es verdad y qué no?, ¿en quién debemos creer?, ¿por que con la mayoría de acusaciones no pasa nada después de una elección?… tal vez solo llegamos a versiones, cierto es que el principal objetivo de molestar la tranquilidad de los inculpados del chisme, se logra.

Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político