El reciclaje de los neumáticos se convirtió en un problema medioambiental, por lo que en los últimos años se estaba estudiando como poder aprovecharlos más allá de su vida útil y se le ha encontrado un nuevo uso al utilizar el caucho para desarrollar una superficie deportiva, empleada, por ejemplo, en césped artificial para campos de fútbol.
La empresa italiana sin ánimo de lucro Ecopneus se encarga de rastrear, recolectar, procesar y recuperar gomas de los principales proveedores del país cuando estas han cumplido su función, recuperando un promedio de 210.000 toneladas de neumáticos cada año.
Tras diversos estudios han desarrollado ‘Tyrefield’, una superficie deportiva hecha con caucho reciclado que cuida el medioambiente y además es “económicamente beneficioso”, según comunica la empresa en su página web, y que es usada para campos de fútbol de césped de artificial, pistas de atletismo o superficies de polideportivos.
“El caucho reciclado de los neumáticos al final de su vida útil es, de hecho, una mezcla de polímeros de la más alta calidad que tiene características ideales para la realización de superficies deportivas: tiene una respuesta elástica óptima, resiste incluso las condiciones climáticas más adversas y tiene una alta capacidad de absorción de choque”, explican.
El césped artificial que ya utilizan algunos equipos en Italia tiene la ventaja de que drena el agua con mayor facilidad y absorbe mejor el impacto, lo que supone un beneficio para el cuerpo del deportista, y el relleno de este, creado con gránulos de goma de neumáticos reciclados, permite que la hierba se mantenga recta, en su estado original, a pesar de las pisadas.
Darle una segunda vida a ciertos productos para crear pistas deportivas se está convirtiendo en algo habitual. La National Basketball Association (NBA) inauguró el pasado mes de junio junto con Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, han inaugurado una pista de baloncesto cuyo pavimento se ha fabricado con el vidrio reciclado en Madrid. EFE
