Cuatro mujeres aspiran a la vicepresidencia colombiana en inédita elección

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Por primera vez en la historia de Colombia, cuatro mujeres tienen la posibilidad real de alcanzar la vicepresidencia del país y, con ello, catapultar su liderazgo a la esfera nacional.

Los colombianos votarán mañana para elegir presidente y cuatro de los seis candidatos llevan a mujeres como posible vicepresidenta.

Marta Lucía Ramírez acompaña a Iván Duque, favorito en los sondeos; Ángela María Robledo es la “número dos” de Gustavo Petro; Claudia López conforma el tándem con Sergio Fajardo y Clara López es la candidata a vicepresidenta de Humberto de la Calle.

Los otros dos candidatos, Germán Vargas Lleras y Jorge Antonio Trujillo, este último con apoyo marginal en las encuestas, eligieron a hombres: Juan Carlos Pinzón y Fredy Obando, respectivamente.

Más allá de una estratégica decisión que suma votos, el hecho de que estas mujeres compitan en la pelea electoral es una reivindicación de luchas sociales como la equidad de género.

“El liderazgo femenino ha sido fundamental, especialmente en las regiones, de donde han salido senadoras, congresistas, alcaldesas y gobernadoras”, dijo a Efe Diego Julián Cediel Nova, profesor investigador de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.

Sin embargo, “esta es la primera ocasión en la que realmente una de ellas puede llegar a ocupar un cargo tan importante en la política nacional como la vicepresidencia”, explicó.

El peso de la mujer en la sociedad es alto: más de 24,7 millones que representan el 50,78 % del total de colombianos y en el registro electoral son 18,7 millones habilitadas para votar, mientras que los hombres suman 17,5 millones.

Estas cifras evidencian la relevancia de la participación femenina en estas elecciones.

Todas las candidatas tienen carreras destacadas y una amplia experiencia en diferentes cargos públicos que las avalan para el puesto al que aspiran, hasta ahora ocupado solo por hombres.

Marta Lucía Ramírez es abogada, fue ministra de Comercio Exterior en el Gobierno de Andrés Pastrana y luego embajadora en Francia.

Con Álvaro Uribe se convirtió en la primera y hasta ahora única mujer en ser ministra de Defensa, cargo en el que destacó por su combate frontal contra la entonces guerrilla de las Farc.

En 2006 fue elegida senadora y en 2014 se midió a la candidatura presidencial por el Partido Conservador, siendo la tercera más votada en las elecciones que ganó Juan Manuel Santos.

La psicóloga Ángela María Robledo, miembro de la Cámara de Representantes, es conocida por la defensa de la inclusión social y los derechos de la infancia.

Robledo promovió en 2014 la modificación del Código Penal para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.

Por su parte, Claudia López, saltó a la vida pública con la iniciativa estudiantil “Séptima Papeleta”, que entre 1989 y 1990 impulsó la Asamblea Nacional Constituyente y es una cara visible de la lucha contra la corrupción.

A partir de ese momento se mostró como una mujer aguerrida que ayudó a destapar el escándalo de la “parapolítica”, sobre la vinculación de cargos públicos con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en los años 90.

López, abiertamente homosexual y pareja de la representante en la Cámara Angélica Lozano, llegó al Senado en 2014 y dos años después anunció su deseo de convertirse en presidenta por el partido Alianza Verde, aspiración de la que desistió para unirse a Fajardo.

De las cuatro, la economista Clara López es la que más experiencia tiene en la política, a la que llegó en 1974 para trabajar en la Secretaría Económica de la Presidencia durante el mandato de su tío, el liberal Alfonso López Michelsen.

López ha sido además concejal de Bogotá, candidata a la Alcaldía de la ciudad, alcaldesa encargada en 2011, candidata presidencial y ministra de Trabajo de Santos.

La Constitución colombiana no prevé ninguna función para el vicepresidente, pero sea quien sea el próximo mandatario, su segunda de a bordo no será una figura decorativa porque todas tienen proyectos para ejecutar en el cargo, como iniciativas contra la corrupción, las políticas sociales y por supuesto, las de igualdad de género.