El español Daniel Sancho, acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, concluyó la primera parte de su declaración con las preguntas de la defensa, y continuará con el turno de la Fiscalía.
La sesión terminó después de que Sancho declarara durante unas cuatro horas en inglés y en español, con la ayuda de intérpretes, con un breve receso.
Sancho, de 29 años, respondió a las preguntas de su abogado, Apirchat Srinual, y se volverá a subir al estrado este miércoles, cuando será el turno de las preguntas del fiscal, Jeerawat Sawatdichai.
“Yo fui quien hizo las preguntas a Daniel. Todavía no hemos terminado con su declaración, así que continuaremos mañana. Como el fiscal tiene mucho que preguntar, se aplazará hasta entonces”, dijo al salir del tribunal el letrado del español.
La declaración de Sancho comenzó hoy después de que testificaran tres policías, uno de inmigración y dos agentes de la comisaría de Phangan, isla cercana a Samui, donde fue detenido tras el supuesto asesinato el pasado 2 de agosto.
El fiscal ya había dicho que tenía “muchas preguntas que hacer a Daniel”, y que no sabía si se podría terminar este martes con la declaración o podría extenderse hasta mañana.
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“He preparado varias preguntas, al igual que el fiscal (…) Por lo tanto, si el interrogatorio hubiese continuado hoy, podría haberse alargado incluso hasta la medianoche”, dijo por su parte el abogado de la coacusación, Mettapon Suwancarern, que representa a la familia de Arrieta.
Además de Sancho, el miércoles declararán tres testigos por parte de la defensa, entre ellos psicólogos forenses.
En cuanto al padre del acusado, el actor Rodolfo Sancho, no está claro si declarará otro día, tal y como él mismo confirmó.
El martes acudieron por primera vez al tribunal Carmen Balfagón y Ramón Chipirrás, del Despacho Criminológico Jurídico Balfagón-Chipirrás, que han asesorado desde España a la defensa de Sancho.
El juicio a Sancho se reanudó después de que fuera aplazado el jueves pasado por problemas con el aire acondicionado en el tribunal en medio de una intensa ola de calor en Tailandia, una avería que fue reparada este martes.
Sancho, de 29 años, que es trasladado a diario a la corte en un furgón policial desde la cercana cárcel de Samui, donde se encuentra en prisión provisional desde el 7 de agosto, está acusado del asesinato premeditado del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta, delito que Tailandia castiga con hasta la pena de muerte, que apenas aplica.
La Fiscalía de la turística isla de Samui acusa a Sancho de otros dos delitos: ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena.
Durante la primera vista del juicio, el pasado 9 de abril, Sancho escuchó de nuevo los cargos y volvió a aceptar, como hizo en el pasado, el de ocultación del cadáver, pero rechazó los otros dos, incluyendo el de extrema gravedad, el asesinato premeditado.
El acusado confesó en un primer momento el crimen frente a la Policía tailandesa, pero luego afirmó que se trató de un accidente, insistiendo en que la muerte del cirujano se produjo durante una pelea y que actuó en defensa propia.
EFE