Funcionarios de la entidad habrían sido sobornados por 1.500 millones de pesos. Además, víctimas de la violencia del paro nacional habrían sido incineradas en los cementerios.
Un fuerte escándalo sacude en las últimas horas a la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAESP) de Bogotá por presuntas irregularidades y actos de corrupción en la concesión para operar el Cementerio Central, el Cementerio de Chapinero, el Cementerio del Sur y el Serafín, ubicado en Ciudad Bolívar.
Según se ha revelado, el monto del contrato es de 41.300 millones de pesos, pero el contratista no recibe el dinero por parte del Distrito, sino que se queda con una parte que a diario pagan los ciudadanos por los diferentes servicios que ofrecen los cementerios administrados. Los dineros deberían ser consignados en una fiduciaria, pero los concejales Lucías Bastidas, María Victoria Vargas y German García, han denunciado que los ciudadanos estarían siendo engañados para consignar el dinero a una serie de cuentas.
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La revista Cambio reveló el testimonio del empresario Sergio Venegas, quien se desempeño como director comercial de Jardines de Luz y Paz, como se llama el consorcio concesionario que administra los cementerios y que, según denuncio el hombre, no tiene ninguna experiencia sobre negocios relacionados con la “muerte”, es decir, no cuentan con experiencia para administrar los campo santos de la capital del país.
Venegas confirmó las denuncias realizadas por los concejales y aseguró al medio de comunicación a través de cuentas bancarias alternas de la fiducia, los contratistas hacían consignar el dinero a las personas para poder manejar el mismo sin ninguna vigilancia.
Pero el escándalo no termina ahí, pues el empresario asegura que pagaron alrededor de 1,.500 millones de pesos para sobornar a varios funcionarios de la UAESP, entre ellos a la directora de esta entidad Luz Amanda Camacho. Además, señaló que a las personas de estos cementerios se les entregan las cenizas de fallecidos que no son sus familiares y que, incluso, se realizan incineraciones sin ningún tipo de control.
Sobre esta última denuncia, el hombre afirmó que durante las protestas del Paro Nacional varias de las víctimas que murieron en medio de la violencia desatada en ese momento, fueron incineradas en algunos de estos cementerios, especialmente en el de Serafín.
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“Puedo decir que pudieron llegar unas 300 personas, que llegaron, s cremaron y nadie dice nada, o sea, no hay documentación”, dijo a la revista Cambio.
Tras el escándalo de corrupción desatado, la directora del UAESP, Luz Amanda Camacho, presentó su renuncia irrevocable a la alcaldesa Claudia López enfatizando que es inocente y que junto a su equipo ha denunciado estos casos.
