Desplazados iraquíes dan la espalda a las elecciones parlamentarias

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Campamento de desplazados Al Mudarach (Irak), 12 may (EFE).- Abdalá Hazem, un desplazado de 37 años que vive en el campamento de Al Mudarach, no ha participado en las elecciones legislativas que se han celebrado hoy en Irak, desengañado por las promesas de los políticos de regresar a Mosul, de donde huyó por la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

“Los políticos no han cumplido sus promesas sobre nuestro regreso a Mosul”, asegura a Efe Hazem, cuya casa, que estaba situada en el casco antiguo de la ciudad, quedó totalmente destruida por los encarnizados combates entre las fuerzas de seguridad y los yihadistas, que forzaron la huida de millones de civiles.

Hazem se queja de que tampoco ha recibido indemnización alguna y de que el futuro de sus hijos se ha perdido porque no los ha podido inscribir en ningún colegio.

Como Hazem, la mayoría de los desplazados en Al Mudarach, situado en la comarca de Qayara, a 55 kilómetros al sur de Mosul, ha optado por no ejercer su derecho al voto, a pesar del centro electoral establecido por las autoridades en este y otros campamentos.

“Ni mi familia ni yo hemos votado. Nos hicieron promesas que no cumplieron. Los responsables del Gobierno nos prometieron trabajo, nos dijeron que regresaríamos a nuestra casas”, afirma indignado Saad al Shamry, que vivía en la comarca de Al Hadar, al sur de la capital de Nínive.

Se queja también de las condiciones de vida en el campamento, donde asegura que llegó hace un año. “No hay agua potable” dice, antes de enumerar varios problemas como la destrucción de varias tiendas de campaña por la lluvia o la acumulación de agua en numerosas partes de las instalaciones.

Otros desplazados, provenientes de las provincias de Kirkuk y Saladino, critican que ni siquiera tuvieron la oportunidad de votar porque sus nombres no se encontraban en el registro, un extremo sobre el que los responsables del colegio electoral no quisieron pronunciarse.

“Los nombres de más de 6.000 votantes de las provincias de Saladino, Kirkuk y Al Hauiya no aparecen (en las listas) y fueron privados de votar”, declara a Efe el representante de los desplazados de estas provincias, Moktar Abu Amr.

Uno de los pocos desplazados que decidió ejercer su derecho a voto, Salem Alias, explica a Efe que, aunque en un principio había decidido boicotear el proceso, cambió de opinión tras ver “las mismas caras de los candidatos de las elecciones anteriores”.

“He votado para dar voz a nuevos candidatos”, subraya antes de mostrar su hastío por la clase política.

El responsable de la Comisión Electoral para la provincia de Nínive, Farhan al Keiki, puntualiza a Efe que la comisión preparó veintiséis centros electorales dentro de los campamentos situados en el sur de Mosul, para dar la oportunidad a los desplazados de participar en la elección del nuevo Parlamento, cuya principal misión será reconstruir el país.

En distintos centros electorales de Mosul, capital de Nínive, Efe pudo constatar una escasa presencia de votantes.

Consultados por Efe, muchos ciudadanos de esta provincia, una de las más castigadas por la guerra, mostraron su enojo por el retraso del Gobierno en reubicar a los desplazados a sus zonas de origen y por la lentitud con la que avanzan los trabajos de reconstrucción, informa Efe.

En torno a 24 millones de iraquíes estaban llamados hoy a renovar a los 329 diputados del Parlamento, y la lista del primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, Al Nasr (La Victoria, en árabe), espera conseguir los apoyos necesarios para que su líder continúe al frente del Gobierno.