El Gobierno ecuatoriano aprovechó hla inauguración de la tercera mesa de conversaciones entre el Gobierno y el ELN, para reiterar su anhelo de que avancen los diálogos en busca de la paz en el vecino país del norte.
“El compromiso del Ecuador con la paz regional continúa” con el inicio del III Ciclo de los Diálogos que se desarrollan desde hoy en Cashapamba, cerca de Quito, señaló la Cancillería en un comunicado.
Durante la inauguración del nuevo ciclo, el embajador itinerante para Temas Estratégicos de la Cancillería de Ecuador, Juan Meriguet, expresó el anhelo del Gobierno ecuatoriano “para el avance del proceso de diálogos”.
De su parte, el rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Fernando Ponce León, exhortó a los representantes de ambas delegaciones “a no claudicar en la búsqueda de la paz”, dice el escrito del Ministerio de Exteriores.
Recordó que al concluir el II ciclo, el pasado 30 de junio, las partes se comprometieron a trabajar en temas humanitarios y en el cese de hostilidades previo al inicio de este III ciclo.
Antes de la inauguración de la cita de hoy, el equipo de paz del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señalo en Twitter como objetivo central del encuentro a avanzar en el cese al fuego y de hostilidades.
De su lado, el ELN apuntó que las dos partes tienen “la posibilidad y responsabilidad de dar un paso histórico: concretar un cese al fuego bilateral que brinde al país un apaciguamiento del conflicto armado”.
“Desde el ELN hemos insistido durante los últimos años con que los diálogos hacia la paz deberían darse en un marco de Cese al fuego bilateral”, escribió en su cuenta de Twitter.
Añadió que durante el segundo ciclo, “el Gobierno manifestó, finalmente, que sí estaba dispuesto a avanzar en ese sentido. Ambas partes también expresamos la voluntad de que el Cese al fuego pueda estar acompañado de la suspensión de acciones que afectan a la población no combatiente”.
Para el ELN, fortalecer un cese al fuego bilateral tiene como principal objetivo beneficiar a la sociedad colombiana, subrayó al tiempo de anotar que “su concreción permitiría aliviar la situación humanitaria de las comunidades en las zonas de mayor confrontación”.
Adelantó que insistirán en que el Estado “debe cesar las agresiones contra el movimiento social y garantizar la integridad de líderes y lideresas sociales, ya que, de no detenerse esa perversa dinámica, Colombia estaría ante una situación que prefigura un nuevo genocidio en curso”, señaló.