Foto: Cablenoticias
Los habitantes del municipio de Soacha, Cundinamarca, vivieron un verdadero calvario estos últimos tres días debido al paro de conductores que paralizó el servicio de transporte público.
En camiones y carros particulares, los ciudadanos tuvieron que movilizarse hacia sus destinos en barrios alejados a la última estación de Transmilenio ubicada en San Mateo, teniendo que pagar pasajes hasta de dos mil pesos ante la falta de los tradicionales buses.
Los soachunos aseguraron que esta situación fue desesperante, y que los únicos afectados con la protesta de los conductores son ellos, pues el regreso a casa se les convirtió en una verdadera odisea.
Sin embargo, este miércoles las autoridades entregaron un balance sobre las afectaciones del paro y aseguraron que paulatinamente el transporte ha vuelto a la normalidad y que ya son más los conductores que salieron a prestar el servicio a quienes optan por seguir en cese de actividades.
Cabe recordar, que en el municipio se presentaron desmanes y fuertes enfrentamientos con la fuerza pública, que en lo corrido de la semana dejaron al menos cinco buses vandalizados y 150 en total en el departamento donde transcurrió este paro.