“Entendemos el dolor porque lo hemos sentido. Todos los dolores cuentan, son iguales”, aseguró el ELN en redes sociales.
La delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para los diálogos con el Gobierno Nacional banalizó este jueves el “dolor” por el atentado que se cobró la vida de nueve militares en la región del Catatumbo, justificando que ellos también lo han “sentido”, pero insistieron en su voluntad de “construir” paz.
“Entendemos el dolor porque lo hemos sentido. Todos los dolores cuentan, son iguales”, aseguraron en un mensaje difundido en sus redes sociales.
A lo que agregaron que “son duras las realidad de la guerra, por ello es menester persistir en la construcción de la paz y proseguir en su proceso”.
En la madrugada del miércoles, nueve militares murieron y nueve más resultaron heridos en un ataque perpetrado por el ELN contra una unidad del Ejército colombiano en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
El ataque fue perpetrado en Guamalito, un corregimiento del municipio de El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial No. 10, según las primeras informaciones del Ejército.
La acción provocó el rechazo del Gobierno colombiano y generó revuelo alrededor del proceso de paz que este adelanta con la guerrilla, de hecho, el presidente, Gustavo Petro, llamó a consultas a la delegación gubernamental.
Sin embargo, tras la polémica, el Gobierno ha insistido en que no se levantarán de la mesa y seguirán adelanta con la negociación en busca de la paz total.
Además de la delegación oficial del ELN, el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez de la guerrilla, que opera en el departamento del Chocó, en el Pacífico, emitió un comunicado en el que expuso “algunos interrogantes” sobre la negociación de paz.
“Inquietudes que recogen el sentir de gran parte de la población rural sobre quienes recae el peso de la guerra y padecen día a día las políticas del ‘cambio’ del nuevo Gobierno”, agregaron.
No es el primer bloque del ELN que ha planteado públicamente su desazón sobre el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla, poniendo en duda la aplicación de un eventual acuerdo y si todos los frentes se sumarían a la paz.
El Omar Gómez cuestionó si este modelo de paz “incluye las transformaciones estructurales del Estado necesarias para construir un país más justos” e insistió en que no ven “con buenos ojos este proceso de paz, y cada día tenemos más interrogantes e incertidumbres”.
“Se necesitan hechos más que palabras, discursos y buenas intenciones”, concluyeron.