Luego de que un recluso se prendiera fuego tras rociarse con Thinner en un centro penitenciado de Barranquilla, se conoció que murió en las últimas horas por su estado de salud.
El interno había sido condenado a 22 años de cárcel, y se habría hecho daño, al pacer porque le habían negado un permiso de 72 horas.
El hombre tenía quemaduras de segundo y tercer grado en el 70% de su cuerpo.
En medio del hecho el recluso afectó a dos de sus compañeros, quienes también tuvieron que ser trasladados hasta un centro hospitalario para ser atendidos por las heridas.