Por: Freddy Serrano Díaz
Consultor Político
¿Gané o perdí?, ésta es la pregunta que la mayoría de los colombianos probablemente se estén haciendo en este momento después de una elección post pandemia en la que bien se sabía que cualquier cosa podía pasar.
La volatilidad y fragilidad propia de un ejercicio electoral uninominal deja conformes e inconformes, divisiones y fisuras infranqueables, desasosiego y un alto margen de ausencia de confianza, un panorama donde todo podrá ser recompuesto con un mandatario responsable de llamar a la unidad, la concertación, las diferencias y el respeto a la otredad.
Ganar o perder no es un asunto de acompañar a un candidato con un voto, ni es obtener un beneficio laboral, económico, contractual o subsidiario; es avanzar hacia un mejor futuro que depende de lo que ocurra el día después.
Concluyó una campaña de odios y barras bravas, de videos que demostraron estrategia negra, de señalamientos contra el establecimiento y la organización electoral, de festines que indujeron juicios de valor, de hijos involucrados en producir contenidos que no les correspondía, una campaña propicia para despertar pasiones y odios entre unos y otros; finalmente, polarizó a un país.
Tras revisar los sucesos durante el último año, por demás sobre saturados de contenido, termina una contienda electoral que se caracterizó por discusiones vacías y que opacaron las verdaderas acciones necesarias y con el tiempo se perdieron los programas, las intenciones, dando paso a la frivolidad de las plataformas digitales como un excelente medio de conexión, de enganche, de comunicación efectiva; por lo tanto, fue desaprovechada la oportunidad de mostrar excelentes ideas de cambio.
Comenzarán a esgrimirse argumentos según los cuales se perdió la coherencia entre lo predicado y lo actuado, dependiendo del bando que represente cada autor, mientras algunos no dejamos de pensar que ganamos todos y perdimos todos.
Perdimos todos en disputas inanes sin sentido, perdimos cuando de disminuir la abstención se trata, perdimos la confianza en ciertas instituciones como las que representa la organización electoral y perdimos, si la representación pluriétnica, multicultural y multirracial prometida no se cumple con el entrante gobierno, el tiempo lo dirá.
“Saber si ganamos o perdimos es un asunto de tiempo, saber si ganamos particularmente no cuenta, lo que cuenta es el interés general sobre la base del cual se construye el futuro de nuestros hijos”.
Freddy Serrano Díaz.
Ganamos un presidente que debe ser de todos y no de los que votaron por él, ganamos un congreso y unas cortes que deberán observar independencia, ganamos nuevos actores que como empresarios ya no se ocupan de sus negocios y se interesan por el liderazgo social, ganamos un pueblo que ya no traga entero, ganamos esperanza pues sin duda las dos opciones representan cambio, ganamos un país que debe reconstruirse respetando las diferencias y ganamos una oportunidad, fruto de los problemas que nos aportaron ventajas.
Saber si ganamos o perdimos es un asunto de tiempo, saber si ganamos particularmente no cuenta, lo que cuenta es el interés general sobre la base del cual se construye el futuro de nuestros hijos.
No se trata de ganar o perder, básicamente estamos frente a reto que es de todos, esos que hacemos conciencia sobre la necesidad de cambio que necesita el país.