Las autoridades iraquíes impusieron toque de queda en la provincia de Basora, en el sur del país, tras la muerte de varios manifestantes en las protestas de los últimos tres días en la región, motivadas por la contaminación del agua.
“Anunciamos la imposición de un toque de queda en la capital y en las zonas de alrededor de Basora a partir de las 15.00 hora local (12.00 GMT) hasta nuevo aviso”, afirmó hoy la Comandancia de Operaciones de Basora en un comunicado
Esta decisión se produce después de que un manifestante perdió ayer la vida y otros cinco resultaron heridos en las protestas en la ciudad de Basora, capital de la provincia homónima, para exigir servicios sanitarios de calidad, informó hoy a Efe el portavoz del Ministerio de Sanidad iraquí, Seif al Badr.
La ONG Centro del Golfo para los Derechos Humanos precisó en un comunicado que el fallecido, identificado como Mohamed Jadim, de 20 años, murió después de que un miembro de las fuerzas de seguridad lanzara un bote de gas lacrimógeno que explotó en su rostro, aunque esta información no ha sido confirmada por fuentes oficiales.
La Policía reprimió ayer con material antidisturbios la marcha en Basora, donde varios participantes resultaron intoxicados por los gases lacrimógenos usados por los agentes para dispersar la marcha, según informó a Efe una fuente policial iraquí.Efe