Si Disney está plantando cara a Netflix gracias a series de Marvel y Star Wars, Amazon ha adquirido todo un arsenal de personajes y franquicias con la compra Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), por la que James Bond, Pink Panther y Rocky ahora serán parte de su catálogo.
Es un nuevo terremoto para Hollywood, que llega cuando el estudio que definió la época dorada del cine pasaba por sus horas más bajas, aunque aún tiene que recibir el visto bueno de los mismos reguladores estadounidenses que están investigando a Amazon por supuestas prácticas monopólicas.
Si el trámite se aprueba, las más de 4.000 películas y 17.000 formatos de televisión que comienzan con el clásico rugido del león se incluirán en el servicio Prime de Amazon, que suma 200 millones de abonados en todo el mundo.
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Y no solo eso. La parte más jugosa del acuerdo es la “propiedad intelectual”, el objeto de deseo de cualquier compañía que pone un pie en Hollywood.
De hecho, Apple negoció hace unos meses la compra del estudio con el propósito de ampliar su pequeño catálogo de cine y televisión. Las conversaciones no llegaron a buen puerto y finalmente la compañía fundada por Jeff Bezos puede presumir de la operación.
“El valor financiero real tras este acuerdo es el tesoro escondido de propiedad intelectual en el gran catálogo que planeamos reimaginar y desarrollar junto con el talentoso equipo de MGM”, destacó Mike Hopkins, el vicepresidente sénior de Prime Video y Amazon Studios.