Jesús Santrich, detenido este lunes por petición de Estados Unidos para juzgarlo por narcotráfico, es uno de los exguerrilleros de las Farc que más ampollas levanta entre los colombianos: lenguaraz e insolente, son frecuentes sus comentarios arrogantes y burlones sobre las víctimas y la sociedad en general.
Usando siempre gafas negras y una Kufiyya (pañuelo palestino) sobre sus hombros, pronunció algunas de las frases más arrogantes que se han escuchado a los miembros de las Farc.
Cuando todavía estaban en Oslo en la fase previa de las negociaciones de paz, le dijo “tranquilo, Bobby, tranquilo” al jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, en referencia a una canción de Juan Luis Guerra.
También recurrió a su tono más arrogante cuando en 2017 arremetió contra la Corte Constitucional y las decisiones que había tomado acerca de varios puntos del acuerdo de paz al soltar en un acto público: “Hay por lo menos 13 cuerpos normativos que han pasado por el Congreso y van a llegar a las inocentes manos de la Corte Constitucional, a mí modo de ver, para volverlos mierda”.
En su primer acto en el Congreso, en el que Santrich intervino para hablar acerca de las llamadas “circunscripciones transitorias especiales de paz”, tuvo una agria polémica con el representante a la Cámara Santiago Valencia, del Centro Democrático, quien prefirió abandonar la sesión antes que darle la palabra.
Otro miembro del Centro Democrático, Edward Rodríguez, lo llamó entonces “asesino”, por lo cual Santrich lo denunció ante la justicia, argumentando que ya había sido amnistiado, lo que causó indignación nacional.
También cuando tuvo delante a periodistas mostró su intransigencia.
En una ocasión, mientras preguntaban a su compañero Byron Yepes acerca de los abortos a los que eran obligadas a someterse las guerrilleras bajo su mando, interrumpió la declaración para ofender al periodista al que llamó “cretino”.
Sin embargo, cuando más indignación levantó en la sociedad, fue en medio de los diálogos de paz en La Habana.
Entonces fue preguntado por el equipo de corresponsales de TVE acerca de si las Farc tenían previsto pedir perdón a las víctimas.
En tono burlesco y agarrado a su amigo Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla, entonó: “Quizás, quizás, quizás”.
Jesús Santrich, ¿estás preparado para la extradición?
Quizás, quizás, quizás… pic.twitter.com/fZ6Xq1ljK9
— Andrés Fernando Portillo (@andresportillo_) 9 de abril de 2018
Su canto levantó una ola de críticas por la falta de respeto a las víctimas y los colombianos lo marcaron como uno de los hombres más odiados de una guerrilla que en su primera cita en las urnas, el pasado 11 de marzo, obtuvo 50.000 votos.
Ahora, cuando se cierne sobre él la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos, donde un juzgado de Nueva York le reclama por intentar enviar 10 toneladas de cocaína tras desmovilizarse, los memes le han recordado esa frase.
“¿Será que me extraditan? Quizás, quizás, quizás”, reza una de esas bromas virales que se han extendido como la pólvora.