La “cepa amazónica” del coronavirus es más veloz y mucho más letal entre los jóvenes

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Foto: Anadolu

Cuando apenas empezaba el 2021, el pasado 2 de enero, cuatro viajeros japoneses, dos adultos y dos niños, retornaban a su país tras una expedición por el Amazonas brasileño. Los testeos de rutina y los análisis posteriores llevaron a identificar en los turistas una nueva variante del SARS-CoV-2 que se denominó provisoriamente como B.1.1.28.1 (K417N/E484K/N501Y) y se hizo conocida mundialmente como P.1 o, simplemente, como la “cepa amazónica”

Al poco tiempo de su regreso, uno de los adultos (hombre) que viajó al Amazonas brasileño tuvo que ser hospitalizado por dificultades respiratorias, mientras que la mujer y uno de los niños manifestaron síntomas leves (el otro menor se declaró asintomático).

El descubrimiento del nuevo linaje de la COVID-19 quedó a cargo del Instituto Leónidas & María Deane (ILMD, Fiocruz Amazonia), que confirmó la identificación de la cepa “nacida en el Amazonas” el 12 de enero. Además, según un estudio liderado por el investigador Felipe Naveca, vicedirector de Investigaciones del instituto, esta nueva variante es reciente, “probablemente surgida entre diciembre de 2020 y enero de 2021”.

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La confirmación por parte del instituto encendió las alarmas no solo en Brasil, sino en toda la región y en el mundo. Inmediatamente se vinculó al nuevo linaje con el aumento de las muertes por coronavirus en el estado de Amazonas, que se dispararon en los últimos meses y actualmente superan los 7.000 fallecidos. “No estamos seguros sobre si esta nueva variante está circulando en el estado en gran cantidad como para ser la responsable por la aceleración de los casos y las defunciones”, respondió Naveca, aunque añadió que es posible que tenga “cierta influencia”.

“Siempre considero que esta situación es multifactorial; estamos justamente dentro del inicio de la temporada de los virus respiratorios en Amazonas, que históricamente sucede desde mediados de noviembre en adelante. Nosotros lo llamamos ‘invierno amazónico’, y hay otros virus respiratorios, como la influenza, que también aumentan. Entonces, tienes esta situación de estación, sumado a la nueva variante de la COVID-19 y a la disminución del distanciamiento social entre las personas”, agregó el científico.

Siguiendo el reporte del ILMD, esta nueva variante de la COVID-19 llama la atención por haber acumulado “muchas mutaciones en un corto tiempo”, al igual que las cepas encontradas en Reino Unido y Sudáfrica. “Es importante destacar que el virus mutante y el original no atraviesan los cubrebocas, no resisten al lavado de las manos con agua y jabón o con alcohol en gel, y su transmisión también se evita con distanciamiento social”, advirtió Naveca.

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Lo cierto es que en las últimas horas un estudio científico liderado por la inmunóloga Ester Sabino recolectó datos genómicos de testeos de COVID-19 en Manaos, capital del estado de Amazonas, que arrojó resultados sorprendentes, ya que casi la mitad de los casos confirmados, un 42%, estaban infectados con la nueva variante del virus.

“Esta frecuencia salió en nuestros datos de diciembre, nosotros todavía no terminamos enero, pero claramente esta nueva variante se muestra en aumento”, dijo Sabino, profesora asociada del Departamento de Molestias Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP).

Para Sabino, es muy probable que la nueva variante brasileña sea más transmisible de lo que es la cepa dominante actual. En su estudio, la P.1 fue detectada en 13 de las 31 muestras de testeos PCR positivos recolectados en Manaos entre marzo y noviembre de 2020. Sin embargo, este linaje estaba completamente ausente en las muestras de los análisis de genomas vistos entre marzo y noviembre, lo que marca la velocidad con la que surgió y se reprodujo.

Otros datos que se recogieron de estudios en Manaos y otras regiones del estado de Amazonas indican que el nuevo linaje provoca más muertes en los jóvenes. Según el último registro del Portal de Transparencia de Registros, en los últimos 30 días cuatro de cada 10 muertos por coronavirus tenían menos de 60 años. Para ser más específicos, de 710 fallecidos recientemente por coronavirus en el estado, 285 personas tenían menos de 60 años (40,1% del total).

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“Sin duda se están muriendo más jóvenes por COVID-19 que poco tiempo atrás. Ya no hablamos solo de quienes pertenecen al grupo de riesgo, hoy estamos viendo fallecimientos de bebés, niños y adolescentes que, a simple vista, eran completamente saludables”, apunta la infectóloga Silvia Leopoldina, que actúa en la red pública y privada de la salud en Manaos.

“Algo muy diferente y significante está sucediendo en Manaos. Los que estamos en la línea de frente, combatiendo esta pandemia, estamos presenciando un aumento en la gravedad de los casos”, dijo el infectólogo e investigador Noaldo Lucena. “Estamos frente a un ser invisible que es más patogénico y se transmite con mayor velocidad. Antes los integrantes de una familia llegaban de a uno con los síntomas; ahora son todos juntos”, agregó.

Otra confirmación que encendió las alarmas en los últimos días llegó nuevamente con una confirmación del Instituto Leónidas & María Duarte, que en una alianza con la Fundación de Vigilancia de la Salud de Amazonas (FVS-AM) detectó el segundo caso de reinfección por SARS-CoV-2 en Brasil; esta vez en Manaos (el primero había sido en Río Grande do Norte) y con la nueva variante P.1. Efe