La recepción migratoria no es una meta

frontera - Ronal F. Rodriguez
Ronal F. Rodríguez

Por: Ronal F. Rodríguez [1]

En materia migratoria Colombia ha recorrido un largo camino en muy poco tiempo, pasamos de 24.573 migrantes venezolanos en 2014 a los 2.477.588 a febrero de 2022, según los datos más recientes de Migración Colombia. Poco a poco se ha convertido la recepción migratoria en una política de Estado que inició durante el gobierno de Juan Manuel Santos y continuó bajo la administración de Iván Duque.

Santos fundamentó su acción en la solidaridad y la atención humanitaria ante la crisis causada por la emergencia humanitaria compleja del hermano país. Mientras el mundo occidental se decantaba por líderes antinmigrantes que proponían muros y expulsiones, Colombia creaba instrumentos temporales y tomaba decisiones audaces como abrir las instituciones educativas a los niños migrantes.

En el año 2018 eran 34.030 niños, niñas y adolescentes venezolanos en las instituciones educativas, para el 2019 ya eran 206.013, para junio de 2022 según el Ministerio son 573.846. Hoy aproximadamente el 95,24% de los niños, niñas y adolescentes venezolanos en edad escolar están en el sistema educativo, Colombia logró en cinco años lo que a Venezuela le tomó más de cinco décadas con los niños migrantes colombianos.

Bajo el gobierno de Iván Duque avanzamos en el proceso de registro, identificación y regularización de la migración venezolana. Con el Estatuto Temporal de Protección para los Migrantes Venezolanos (ETPV), pasamos de las medidas de corto plazo, como el Permiso Especial de Permanencia (PEP), con una vigencia de dos años, a la regularización de mediano plazo con el Permiso por Protección Temporal (PPT), que tiene una vigencia de 10 años. Un impulso significativo para la regularización, de los 659.950 venezolanos registrados en el PEP, ya vamos en los 1.439.859 que cuentan con el documento PPT.

El Estado colombiano se ha convertido en un referente de la recepción migratoria, el 40,30% de los 6.147.040 venezolanos que conforman la diáspora venezolana en el mundo, según los datos de la plataforma multi-agencial R4V. Sin dejar de lado que también hemos recibido a más de 980.000 colombianos retornados provenientes de Venezuela, durante el mismo período.

Santos fue el presidente de la solidaridad y la atención humanitaria, a Duque le correspondió el registro, identificación y regularización migratoria, pero a Gustavo Petro le corresponderá la difícil tarea de la integración migratoria y la construcción de la ruta para la regularización de largo plazo de la población migrante con vocación ya no sólo de permanencia, sino de residencia en el territorio colombiano.

Según los datos que ha compartido Migración Colombia de la encuesta de caracterización que han realizado más de 2,3 millones de venezolanos en el marco del ETPV, el 67% quieren establecer de forma permanente su domicilio en Colombia. En otras palabras, eso quiere decir que se debe construir un proceso para que poco más de un millón y medio de venezolanos puedan ser parte definitiva de la sociedad colombiana.

Al igual que ocurre con la libertad en el Pasillo Estrecho de Asemoglu y Robinson, la recepción migratoria no es una meta, no es una puerta que se cruza y no es algo que se logra, es un constante recorrido en el que se puede avanzar o incluso retroceder. Colombia asumió recibir solidariamente a los migrantes venezolanos, después tomó la decisión de regularizarlos, al presidente Petro le corresponde trabajar por lograr la integración.

Al siguiente presidente de los colombianos, después de Petro, le corresponderá abrir el debate de otorgarles derechos políticos. Por ejemplo, 319.673 niños y niñas venezolanos están cursando primaria, aprendiendo nuestra historia, nuestra geografía, su interacción con el Estado, es con el Estado colombiano, aprenden de nuestra Constitución y nuestra democracia. ¿Acaso en 10 o 15 años se les puede negar el derecho a votar a esos colombianos de origen venezolano?

Apéndice: Se recomienda el nuevo CONPES 4100 Estrategia para la integración de la población migrante venezolana como factor de desarrollo para el país, disponible aquí.


[1] Vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y Coordinador de la Bitácora Migratoria del Observatorio y la Fundación Konrad Adenauer.