En el mundo suben los precios de la gasolina, del aceite de cocina, de los fertilizantes, de los granos. Pero no se prevé un aumento de los ingresos de las personas. La situación tiende a agravarse por la incertidumbre de la guerra en Ucrania.
No hace mucho el mundo se enfrentó a un estancamiento del crecimiento económico con altos precios de los bienes y servicios, algo que un ministro de finanzas británico denominó como estanflación hace más de 50 años. Hoy esa amenaza vuelve a acechar al mundo. La guerra se vislumbra como unos de los peores enemigos de la economía mundial y, aunque parezca un conflicto lejano, de hecho ya está afectando nuestros bolsillos.
No habíamos salido de la pandemia cuando la guerra en Ucrania llegó. Las imágenes de un conflicto impensable para varias generaciones se volvieron pan de cada día y ya llevamos más de 100 días de ese absurdo enfrentamiento que está desacelerando la economía global.
“La guerra se vislumbra como unos de los peores enemigos de la economía mundial y, aunque parezca un conflicto lejano, de hecho ya está afectando nuestros bolsillos”.
Yina Ramos
Según el más reciente informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, esa invasión de los rusos a sus vecinos ucranianos ha exacerbado los menores pronósticos de crecimiento mundial este año. Ahora se prevé que el mundo pase de crecer 5.7 % en 2021 a 2.9 % este año, mucho menos que lo que había pronosticado hace apenas 6 meses (4.1%). Y no solo el Banco Mundial ha rebajado sus perspectivas, también lo hizo la OCDE y se espera que próximamente el Fondo Monetario Internacional haga lo mismo, lo que sería su tercera rebaja de pronósticos este año. Pero la guerra también ha hecho que esos dos países (Ucrania y Rusia) no hayan podido exportar un alimento básico para el mundo: el trigo. Casi un tercio del suministro mundial del grano proviene de esas dos naciones. Según la agencia de alimentos de las Naciones Unidas, las menores exportaciones de trigo y otros alimentos de esos dos países podrían causar que 19 millones de personas en el mundo padezcan de hambre crónica durante 2023.
En medio de las menores proyecciones de crecimiento mundial y de las advertencias de hambruna para millones de personas, un término llama la atención: estanflación, es decir una economía quieta (estancada) o incluso con tasas de crecimiento negativas, alto desempleo y en un contexto de altos precios de los alimentos, de la gasolina y de los servicios (inflación). ¿Pero cómo es esto posible? Que todo suba de precio, pero que sienta que los ingresos son los mismos de siempre (si es que los hay) o que no tengo cómo generar más recursos. Los economistas lo han llamado lo peor de ambos mundos.
“Estanflación, es decir una economía quieta (estancada) o incluso con tasas de crecimiento negativas, alto desempleo y en un contexto de altos precios de los alimentos, de la gasolina y de los servicios -inflación-“.
Yina Ramos
El problema es la coincidencia de dos fenómenos para los cuales las soluciones son opuestas. Para atacar la inflación se suben las tasas de interés de los bancos centrales, pero para incentivar el crecimiento se bajan, o un elevado gasto social ayuda a crecer la inflación, pero es primordial para no dejar caer aún más la actividad económica. En fin, mejor será prepararnos para ese posible escenario que advierte el Banco Mundial porque además de llegar a decantarse afectaría sustancialmente a las economías en desarrollo como la nuestra.