Centenares de ciudadanos se reunieron en cuarteles de Policía de todo el país para ofrendar a 20 cadetes muertos en un atentado contra la Escuela general Francisco de Paula Santander, atribuido al Eln y en el que también murió el atacante.
En Bogotá, decenas de personas se reunieron frente a la escuela de cadetes, escenario del atentado terrorista y ubicada en el sur de Bogotá, portando rosas blancas y velas tal y como hicieron ayer otro grupo de ciudadanos.
Allí, alrededor de las ofrendas florales, los asistentes mostraron su solidaridad a los policías que se encontraban en la zona, lloraron, rezaron y les mostraron su afecto.
Un niño acudió con un disfraz de policía, mientras que otros agentes también se arrodillaron frente a las velas y flores para recordar a sus compañeros.
En los ramos podían leerse condolencias y mensajes como “siempre vivirás en nuestros corazones” o “hay 20 ángeles en el cielo”.
Al mediodía, diferentes actores sociales convocaron una “abrazatón” con la que decenas de ciudadanos en todo el país mostraron su cariño a los policías en muchas localidades.
En Cali, un grupo de ciudadanos, liderados por el alcalde Maurice Armitage, depositaron una ofrenda floral en un monumento a la Policía y por la noche se unieron a la “velatón” en honor a los fallecidos.
Imágenes similares se vieron en la caribeña Barranquilla, una ciudad donde el ELN atentó el 27 de enero de 2018 contra una comisaría de Policía del barrio San José y perpetraron otros ataques que dejaron en total siete policías muertos y 41 heridos, entre ellos varios civiles.
Los ciudadanos también se concentraron en Tunja, capital del departamento de Boyacá (centro), de donde era oriundo José Aldemar Rojas Rodríguez, señalado como autor material de la matanza que además dejó 68 heridos.
El atentado se produjo este jueves, cuando Rojas accedió a la escuela de Policía a bordo de un Nissan Patrol de 1993 en el que llevaba 80 kilos de explosivo pentolita, informa Efe.
Tras ingresar a la Escuela de Cadetes de la Policía general Francisco de Paula Santander, el explosivo que llevaba en la camioneta estalló cerca de un alojamiento femenino.