El Poderoso de la Montaña no ha logrado cruzar la barrera de los cuartos de final del torneo.
El Deportivo Independiente Medellín buscará avanzar por primera vez en su historia a la semifinal de la Copa Sudamericana cuando enfrente en el Atanasio Girardot a un Lanús dispuesto a mostrar sus credenciales de campeón, pese a que no pudo pasar del empate en estadio La Fortaleza en el juego de ida.
El Poderoso de la Montaña no ha logrado cruzar la barrera de los cuartos de final del torneo, algo que intentó hacer en 2016 cuando fue eliminado por Cerro Porteño y por lo que lucha nuevamente en esta edición en la llave con el Granate, que ya conquistó la Copa en 2013 y fue subcampeón en 2021.
En la escuadra colombiana hay optimismo por el regreso a su estadio, que acogió el Mundial Femenino Sub-20, y por pasar una dura prueba en Argentina sacando un 0-0 en medio de bajas sensibles como la del defensa uruguayo Joaquín Valera por delicada lesión de ligamentos en la rodilla derecha y la del mediocampista Diego Moreno, en rehabilitación por un desgarro muscular.
“Sabemos lo que nos jugamos y la oportunidad que tenemos al frente”, declaró el técnico del DIM, Alejandro Restrepo, quien cuidará los “detalles” y la “atención competitiva” de su equipo cuando enfrenten a un rival “de mucha exigencia, lo vimos en el partido de ida; tiene jugadores en sus filas de buen perfil, de una buena trayectoria”.
Para darle prioridad al partido por la Sudamericana, el entrenador dispuso de una nómina alterna en el compromiso por la liga colombiana ante Deportes Tolima, que lo venció por 0-1 en el último minuto.
Lanús, por su parte, hizo la misma apuesta en el campeonato argentino y resultó goleado por 3-0 por Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó, un resultado tan incómodo como el empate sin goles con Medellín en la Sudamericana, un encuentro que estuvo signado por dos tantos anulados al Granate y un penalti rectificado por el árbitro brasileño Wilton Sampaio.
“Lanús fue superior, lo sometió y le generó chances de gol. El VAR nació a partir de buscar un elefante, no una hormiga”, indicó molesto el entrenador Ricardo Zielinski, que arribó a Medellín con un grupo de 23 jugadores, entre ellos Walter Bou y Eduardo Salvio, a los que les dio descanso ante el Globo pensando en la competencia internacional.
Después de sufrir un desgarro en el cuádriceps izquierdo, el defensor Abel Luciatti quedó marginado del viaje y se perfila como reemplazo Ezequiel Muñoz, mientras que el central Bruno Cabrera sumó entrenamientos con el plantel y fue incluido en el grupo de viajeros, en el que también destaca el mediocampista Felipe Peña Biafore tras superar una lesión muscular.
EFE