La banda de “trash metal” estadounidense Metallica y el Instituto Nacional de Música de Afganistán han sido distinguidos en Estocolmo con el premio Polar, considerado el “Nobel” de la música.
“Desde la agitación emocional de Wagner y los cánones de Tchaikovski nadie había creado música tan física y furiosa y, aun así, tan accesible”, señaló el fallo, que destaca la virtuosidad y el uso de ritmos extremadamente acelerados del grupo.
Metallica “ha llevado la música rock a sitios adonde nunca había llegado”, permitiendo que “tanto la habitación de un adolescente como un salón de conciertos se transformen en un Valhalla”, a través de discos que han ayudado a millones de personas a convertir su sentido de alienación en “un superpoder”.
El jurado ha reconocido la labor del instituto afgano (ANIM, por sus siglas en inglés) y su director, Ahmad Sarmast, por haber usado el “poder” de la música para transformar las vidas de los jóvenes
Sarmast, hijo de un famoso director de orquesta, regresó en 2008 a Afganistán, “con gran riesgo personal”, para fundar el ANIM, que una década después “florece” y está comprometido en preservar la rica herencia musical del país y en crear “un entorno de aprendizaje seguro” para los jóvenes, reporta Efe.
El fallo recuerda que a principios de la década de 1990 la guerra civil supuso un freno para el desarrollo musical y que la música estuvo prohibida y silenciada en ese país entre 1996 y 2001.