En medio de la audiencia por el uso de glifosato para aspersión aérea que se desarrolla en la Corte Constitucional, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, defendió el desarrollo de esta práctica anticipando graves consecuencias en caso de no hacerlo.
De acuerdo con el jefe de cartera, las modalidades como erradicación forzosa han dejado unas 60 mil hectáreas descontaminadas en relación con las 27 mil que han sido intervenidas con el programa de erradicación del Gobierno.
Igualmente, Botero señaló que dichas practicas usadas para la erradicación y en el marco de la lucha contra el narcotráfico son insuficientes, y que en caso de continuar así para el 2022 las hectáreas de cultivos ilícitos podría ascender a 292 mil.
Además, el Ministro explicó que esta problemática sumada a la alta presencia de grupos armados que hostigan y atacan a los grupos dedicados a la erradicación, generan un retraso en las labores por el incremento de amenazas a la vida como los campos minados.