La ONU le hizo un llamado a las autoridades colombianas para que haya una mayor presencia de las instituciones del Estado en las zonas más violentas.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos documentó 92 masacres cometidas en Colombia el pasado año 2022, en las que murieron 321 personas, y otros 116 asesinatos de activistas, una violencia principalmente cometida por grupos armados no estatales, destacó el alto comisionado Volker Türk.
En su informe sobre la situación de Colombia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el jefe de la oficina de Naciones Unidas aseguró que estos crímenes “afectan desproporcionadamente a indígenas y afrodescendientes”.
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“Insto al desmantelamiento de los grupos criminales, así como a una mayor presencia de las instituciones del Estado, en particular en aquellas áreas donde tienen lugar negociaciones”, subrayó Türk, quien trató esta cuestión con el Gobierno en su reciente visita al país en enero.
El alto comisionado austríaco dio la bienvenida a la reanudación de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en noviembre, así como al compromiso del Gobierno con la “iniciativa de Paz Total” lanzada por el presidente Gustavo Petro.
“Animo al Gobierno a que adopte un enfoque abierto a negociar con todas las partes y a una participación significativa de éstas”, aseguró Türk en su intervención.
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El principal responsable de derechos humanos de Naciones Unidas también elogió las medidas tomadas por las autoridades colombianas para “responder a las desigualdades estructurales que están en las causas fundamentales del conflicto”, con muestras como la reforma rural y los cambios en la política de drogas.
Türk celebró que las autoridades estén investigando las posibles violaciones de derechos humanos cometidas por fuerzas de seguridad durante las manifestaciones del paro nacional de 2021, aunque subrayó que los cargos presentados contra algunos detenidos en las protestas, incluidos algunos por terrorismo, “deben ser revisados”.
